PIEL DE LLUVIA

1

PIEL DE LLUVIA de Galvarino Melo (Santiago, 2005, Mago editores), es una novela testimonial que relata la historia de un chileno que, como muchos otros, estuvo en Nicaragua luchando en la guerra civil que se inicia después del triunfo sandinista.

Una guerra que, como la guerra civil española, no era y a la vez “si era”, de los chilenos y de los internacionalistas de otras nacionalidades que fueron a defender las conquistas sociales del pueblo nicaragüense. Por eso esta novela es sobre todo un testimonio de compromiso político y lealtades personales.

Comparto el comentario del prologo respecto a que nos falta contar nuestras historias y esta novela es un promisorio aporte.

La historia que nos cuenta es la vivencia de la guerra, la tragedia de la lucha entre hermanos en Nicaragua, pero también es la tragedia universal de quienes se jugaron la vida por sus ideales en la etapa final de la guerra fría.

Efectivamente, la “contra” pagaba diez mil dólares por un “chileno”, y muchos amigos o compañeros vivieron personalmente una o varias de las experiencias que les toca vivir a los personajes de esta novela.

Sin embargo, lo que en esta ocasión quiero destacar es la necesaria revisión de nuestra historia, contar lo que paso, algo que de una u otra forma esta presente en casi toda nuestra literatura actual (las ultimas novelas de Carlos Franz, Gonzalo Contreras o Carla Guelfenbein) pero que aun esta lejos de completar el ciclo. Fueron diecisiete años de destrucción.

El compromiso y la lealtad son valores universales. Manuel Guerrero, José Manuel Parada y Santiago Natino fueron un ejemplo de lealtad hasta entregar sus vidas. Tal como en la novela, los personajes del Ejercito Sandinista, tienen opinión propia y se cuestionan las órdenes que reciben o que dan, pero finalmente saben que deben actuar, en el Chile de los 80’ el enfrentamiento con la dictadura también requería claridad de propósito, pero fundamentalmente lealtad y compromiso.

La clandestinidad, el temor permanente a la muerte, la fragilidad de la vida cotidiana, la lucha publica que le daba la cara a la muerte, etc., etc., eran la vida de muchos, con el drama personal que esta vida conllevaba, pero sobre todo con las profundas contradicciones que se generaban al tener opinión propia. ¿Cómo se resolvían los conflictos en los marcos de esa vida?

El compromiso y la lealtad requieren convicción, opinión propia, buenas razones que den contenido a la dura lucha que dábamos. Fueron sus opiniones, justas, correctas o no, las que dejaron a la “intemperie” a muchos compañeros y a nosotros mismos durante largos periodos, esa circunstancia formaba parte de la vida del Chile que luchaba contra la dictadura de Pinochet, pero no siempre era necesario.

Allí esta la diferencia humana de quienes luchaban por la democracia. No todo lo que hacían los servicios de inteligencia de la dictadura era inevitable, muchas veces nos falto madurez, otras sencillamente faltó humanidad. Por cierto, en nuestro país no vivimos los desastres que en este plano si ocurrieron en centro América. Pero una sola vida quitada a la muerte hubiese valido todo lo que nos falto por hacer.

Lealtad y compromiso eran lo único que nos permitía confiar el uno en el otro. “Piel de lluvia”, ese también es un sentimiento universal que trasciende lo climático y que se vincula a la “soledad” y la “intemperie”. Y creo que esta novela y el justo homenaje a nuestros caídos en estos días son un llamado a recuperar esa obstinada memoria que nos hace más humanos.

Por: Gonzalo Rovira. El autor es ecadémico, fue candidato a Senador. Colaborador de Crónica Digital.

Santiago de Chile, 12 de abril 2006
Crónica Digital , 0, 166, 3

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Next Post

OTRA PRÁCTICA DE LA MEDICINA ES POSIBLE

Mié Abr 12 , 2006
Este se desarrolla en 24 países de América Latina y el Caribe- ha logrado operar y curar de manera gratuita, en apenas año y medio, a más de 210 mil personas afectadas de ceguera y otros tipos de deficiencia visual. La razón por la que fue bautizada así se debe a que recurrentemente muchos de los enfermos, al recobrar la vista y conocer el rostro de sus hijos o nietos, exclaman emocionados: «¡esto es como un milagro!» En uno de los centros de atención de la ciudad de La Habana, un hermoso hotel cerca del mar, donde estos pacientes son cuidados diligentemente por jóvenes trabajadores sociales, los «médicos del alma» -según los llamaría Fidel-, fui testigo de ese «milagro» en la persona de un humilde limpia coches de la ciudad de Buenos Aires, que relató sus primeras impresiones, justo en el momento de recuperar la vista después de más de cinco años de oscuridad total, afectado por una enfermedad prevenible y curable siempre que se cubran los altos costos de los servicios médicos especializados. En este centro decenas de internos relataban experiencias de su peregrinar por los servicios de salud de sus respectivos países, sin recibir respuesta. Algunos ya habían abandonado toda esperanza. La Organización Mundial de la Salud refiere que 90 por ciento de los 136 millones de enfermos visuales se concentran en los países del capitalismo del subdesarrollo y, hasta el inicio de la Misión Milagro, ningún gobierno ni organismo internacional había logrado estructurar un programa que diera respuesta efectiva y en gran escala a los necesitados afectados por diversos padecimientos de la vista. No es la primera vez que Cuba lleva al cabo labores internacionalistas de alto contenido humanista desde que en 1963, y en las difíciles condiciones de los primeros años de su revolución, su gobierno envió un destacamento solidario de médicos a Argelia. A la fecha, más de 100 mil profesionales y técnicos de la salud cubanos han contribuido a salvar vidas en 97 países de Africa, Asia y América Latina. Aun durante el llamado «periodo especial», caracterizado por grandes privaciones y dificultades que vivió el pueblo cubano después del derrumbe del campo socialista y la desaparición de la URSS, el gobierno revolucionario fundó la Escuela Latinoamericana de Medicina, que en agosto del año pasado graduó a su primera generación de mil 610 médicos procedentes de todos los confines de Nuestra América e incluso de Estados Unidos. En Cuba cursan su carrera más de 12 mil estudiantes de medicina procedentes de 83 países: 5 mil 500 de América del Sur, 3 mil 244 de Centroamérica, 489 de México y Norteamérica, incluyendo 65 jóvenes de Estados Unidos, mil 41 del Caribe, 777 de Africa subsahariana, 42 de Africa del Norte y Medio Oriente, 61 de Asia y dos de Europa. No pertenecen estos educandos a familias pudientes que pueden sufragar los estudios de sus hijos en facultades de medicina en las que -como en Estados Unidos- formar a un médico cuesta 300 mil dólares. En su […]

Te puede interesar:

Las opiniones vertidas en este medio de comunicación no necesariamente representan el sentir de Crónica Digital y son de responsabilidad de quienes las emiten.

Crónica Digital, es un medio de comunicación social, republicano y comunitario. Fue fundado el 19 de abril del año 2005. Su objetivo periodístico es informar sobre los principales noticias de Chile, América Latina y el mundo.

El director de Crónica Digital es el periodista Marcel Garcés Muñoz.

Su representante legal y editor general es el periodista Iván Antonio Gutiérrez Lozano.

El editor nacional es el periodista Ramón Vargas Vega.

El editor cultura es el periodista Miguel Alvarado.

Corresponsal en La Habana, Cuba, Florencia Lagos N.

El asesor legal es el académico y abogado Sr. Pablo Méndez Soto.

Los principales asociados informativos de Crónica Digital son la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina , la agencia de noticias China, Xinhua y TV Brics.

En Chile, el medio electrónico El Maipo

Correo: cronicadigital@gmail.com
Dirección: Maturana 302 local 2
Santiago de Chile.

Desde el año 2005 Crónica Digital es parte de la Asamblea Nacional por los Derechos Humanos.

Crónica Digital es una marca registrada. Todos los derechos reservados.

Redacción Diario Crónica Digital
Fono: 950142601

Un café en una plaza con historia....

Maturana con Huérfanos
plaza Brasil,
Santiago de Chile.

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es cafe-con-torta-900x675.jpeg