Si los ciudadanos y consumidores conscientes de Chile son capaces de “irse al chancho” y hacer un boicot a los productos y cecinas de esa empresa, no sabrían responder sin embargo, por los indescriptibles ingredientes y aditivos de tantos productos que consumimos a diario: desde las mayonesas a los quesos, desde las conservas hasta los pesticidas con que se trata las frutas y verduras, desde los sodios que contienen las bebidas gaseosas hasta el colesterol que contienen las mantequillas, desde los productos químicos y grasas que contienen los productos femeninos de belleza, hasta los componentes químicos y colorantes artificiales de las telas y prendas de ropa que vestimos.
¿Serían capaces de decirnos abiertamente cuáles son los verdaderos ingredientes que hay dentro de una longaniza o un chorizo de cerdo?
Mientras tanto, los dueños y administradores de ese consorcio “lo pasan chancho”, a costa del sufrimiento cotidiano de miles de habitantes de las comunas y ciudades donde tienen sus plantas productoras, hediondez y moscas incluidas.
O sea, no hay salud: por un lado te estimulan la obesidad y por el otro te roban la salud y el bolsillo Isapres mediante…
Punta Arenas, 23 de mayo 2012
Crónica Digital