Washington. Además de caminar de forma erguida, los australopitecus afarensis trepaban a los árboles con habilidad, difundió la revista Science en su más reciente número.
Hasta ahora se creía que Lucy, una australopitecus afarensis cuyos restos fueron descubiertos en 1974 en Etiopía, caminaba erecta hace tres millones de años y había perdido sus costumbres arborícolas.
Sin embargo, el análisis óseo de una de sus jóvenes contemporáneas revela que entre los hábitos de este homínido estaba subirse a los árboles como lo hacen los chimpancés.
Paleontólogos de la Universidad Midwestern y la Academia de Ciencias de California estudiaron los omóplatos de Selam, una niña australopitecus que murió posiblemente durante una inundación hace 3,3 millones de años.
Sus omóplatos perfectamente conservados fueron comparados con fósiles de otros antiguos homínidos como el niño de Turkana, un homo ergaster; el homo floresiensis, el llamado Hobbit; el Australopitecus africanus y dos adultos de australopitecus afarenisis.
Además contrastaron sus huesos con ejemplares jóvenes y adultos de chimpancés, gorilas, orangutanes y el hombre.
Concluyeron a partir de este amplio análisis que los hombros de Lucy tienen una forma similar a los de la niña, el hueco de la articulación del hombro apunta hacia arriba, lo que son rasgos de un escalador activo, presentes en los simios modernos, pero no entre los seres humanos.
Para los científicos, subirse a los árboles y balancearse era una estrategia de supervivencia para Lucy, por lo que la estructura de sus omóplatos no era simplemente un reflejo de su pequeña estatura.
Santiago de Chile 26 de octubre 2012
Crónica Digital