El astro argentino Lionel Messi cumple hoy 27 años en medio de la vorágine de la Copa Mundial de Brasil, el torneo que pudiera catapultarlo definitivamente al olimpo de los inmortales de fútbol.
El cuatro veces ganador del trofeo Balón de Oro al mejor futbolista del mundo ya está habituado a celebrar su cumpleaños en citas mundialistas, como hizo en Alemania-2006 y Sudáfrica-2010, aunque en aquellas ocasiones el equipo Celeste y Blanco salió por la puerta de atrás y los festejos no pudieron prolongarse.
Ahora, con la ilusión al máximo tras decidir con sus goles los partidos contra Bosnia-Herzegovina e Irán, Messi afronta la recta final de esta Copa empeñado en conquistar el título mundial, algo tan lejano como palpable, tan quimérico como factible.
Desde su debut con la selección absoluta argentina, el 17 de agosto de 2005, bajo las órdenes de José Pekerman con solo 18 años, el crack del FC Barcelona archiva muchos fracasos en mundiales y copas América, aunque los títulos olímpicos de Atenas-2004 (todavía como juvenil) y en Beijing-2008 le sirvieron de bálsamo para mantener la frente en alto y seguir adelante.
Superadas las reticencias del pasado, cuando los hinchas albicelestes la tomaban con él y lo responsabilizaban por las derrotas, Messi se erige ahora como el salvador de Argentina, ya muchos lo ven como un ser superior, aunque su carácter sugiera un chico despistado, tímido y de pocas palabras.
Si lograra alzar el título mundial con Argentina entonces nadie dudaría en exaltarlo al olimpo de los inmortales junto a los Maradona, Pelé, Cruyff, Zidane, Rossi, Francescoli, Di Stéfano, Beckenbauer, Charlton o Ronaldo.
Sus proezas con el Barcelona del fútbol español avalan cualquier distinción, pero todavía tiene una gran cuenta pendiente en copas mundiales, aunque, vale destacar que su rendimiento con Argentina nunca ha sido nefasto ni mucho menos.
Hoy solo le queda celebrar sus 27 abriles con su familia y compañeros de equipo porque mañana deberá volver a enfocarse completamente en el Mundial, específicamente en el partido contra Nigeria, que definirá el liderato del grupo F.
Hasta ahora, Argentina archiva apenas tres goles en la cita del orbe, dos a la cuenta de Messi, ambos de excelente factura con sendos disparos electrizantes.
Si la selección albiceleste clasificara en el primer lugar del grupo F entonces enfrentaría a Suiza o Ecuador en octavos de final, rivales asequibles para seguir soñando con la corona, una fantasía que se hizo realidad por última vez para los albicelestes en 1986.
Por Yasiel Cancio Vilar, enviado especial
Río de Janeiro, 24 de junio 2014
Crónica Digital /PL