Así lo señaló el senador De Urresti quien manifestó nuevamente su rechazo por el nombramiento de James Sinclair como embajador en el extranjero. Esta vez, en Singapur.
“El problema sigue siendo el mismo, no es el país de destino, sino su pasado que lo condena”, enfatizó el parlamentario, insistiendo en que este tipo de decisiones pone de manifiesto “contradicción, inconveniencia e incompatibilidad, en un país que ha logrado recuperar su imagen y presencia en la comunidad internacional, por eso es que funcionarios que vienen de la época de la dictadura claramente no pueden ser nuestro rostro y nuestra voz ante países amigos”.
El legislador del PS dijo que “hemos repetido hasta el cansancio que en este caso lo que está en juego no es la carrera del embajador, sino la imagen país. No puede ser que nos importe la imagen sólo para hacer negocios y nos de lo mismo a la hora de nombrar embajadores que, más allá de sus legítimas opciones políticas, representan una parte oscura de la historia del país y de nuestra Cancillería, cuando ésta era una herramienta más, utilizada por los organismos represivos, como ha quedado claro en numerosos juicios por violaciones a los derechos humanos, como en los asesinatos del General Carlos Prats y del ex Canciller Orlando Letelier, por citar solo dos”.
De Urresti lamentó la decisión de destinar a Sinclair a Singapur, por no haberse podido a Australia, “sólo porque allá su caso generaba más “ruido”, especialmente por la solicitud de extradición que la justicia chilena ha hecho a su par australiana por la ex secretaría del director de la Dina, en relación al juicio por la muerte de un grupo de dirigentes del PC. “Tal vez lo mejor hubiera sido mantenerlo en Santiago en otras funciones que, sin generar menoscabo a su condición diplomática, nos evitara tener que repetir lo que personalmente considero un error”, enfatizó
Finalmente, el parlamentario de la región de Los Ríos reiteró su convencimiento de que “lo más probable es que éste no sea un caso aislado y que volvamos a tropezar con la misma piedra en algún momento. Un país como el nuestro, que quiere apegarse a los compromisos internacionales que ha suscrito y ratificado en materia de respeto a los derechos humanos, no puede seguir promoviendo este tipo de representantes, cuya historia y currículum, van en la dirección exactamente contraria”.
Santiago de Chile, 22 de julio 2014
Crónica Digital