El uruguayo Luis Suárez lamentó hoy su ausencia de la Copa América deChile-2015 a causa de una sanción impuesta por la Federación Internacional de Fútbol (FIFA).
«El esfuerzo que hice en el Mundial ya demuestra el amor a mi país. El perderme la Copa América me duele, pero les apoyaré desde fuera», dijo a la prensa durante su presentación en el club español Barcelona.
La FIFA castigó por nueve encuentros oficiales a Suárez debido al mordisco que le propinó al italiano Giorgio Chiellini en la primera ronda del Mundial de Brasil-2014.
Ya cumplió uno, en la derrota 0-2 ante Colombia en octavos de final de la cita universal, pero aún le restan ocho compromisos, con lo cual se perderá el torneo continental, del 11 de junio al 4 de julio del próximo año en Chile.
El delantero eludió comentar el incidente con Chiellini en la justa del orbe por el que fue sancionado durante cuatro meses sin jugar.
«Es un tema del pasado. Trato de borrarlo, no acordarme más y de pensar en el presente», afirmó.
Además Suárez agradeció a todos los directivos del Barcelona y en especial a su presidente, Josep María Bartomeu Floreta, «por la confianza que me dan, es un punto importante para mí».
Según el goleador, tuvo opciones de otros equipos, «pero cuando se metió la posibilidad de venir aquí, no lo dudé, me metí de lleno, era el sueño que tenía desde chico».
Para el uruguayo, disputar el Torneo Gamper frente al club mexicano León, fue «interesante por el contacto con la gente» y las «sensaciones emocionantes».
Suárez negó que llegue al conjunto catalán como una mega estrella y manifestó que «si hay jugadores clave, pero yo vengo a aportar algo para ayudar al equipo a conseguir títulos».
El director deportivo del club, Andoni Zubizarreta, aseveró que «estamos encantados de tenerlo aquí, es un jugador que completa muy bien lo que tenemos nosotros como equipo y nos va a aportar mucho. Ojalá lo tengamos muy pronto en el campo».
De acuerdo con Zubizarreta, Suárez «es un jugador que desde su calidad ha estado en nuestras referencias y su crecimiento en el fútbol holandés le da muchas cosas más que ser simplemente un goleador o finalizador».
Madrid, 19 de agosto 2014
Crónica Digital / PL
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Mar Ago 19 , 2014
Recuerdo días nublado… por alguna razón una etapa en mi memoria todos sus días estaban nublados, a pesar de vernos con pantalones cortos y chapotear en las posas de agua estancada, jugando con otros chiquillos de la población. Eran días en que familias completas salían a recolectar caracoles silvestres para cocinarlos, buscando entre los arbustos del potrero… entra las vacas y los volantines, entre pequeños rukones donde habitaban vagabundos y su canes guardianes, eran días en que la cesantía se masificaba por los sectores pobres, aún más pobres en días nublados. Días en que mi padre cambiaba de peinado, optaba por diferentes vías de salida y llegada a casa, diferentes ropas, lentes ópticos, nombres varios. Días en que me llené de piojos en esa escuela polvorienta donde sus salas de clase aún eran viejas carrocerías de buses viejos. Me llené de piojos, me inicié entre los demás mocosos con la marca del indio sobre mi mano izquierda, usé por primera vez unos guantes de box cuando Martín Vargas era la estrella principal de la tele y el deporte nacional. En días nublados recorría casas de seguridad y de acogida con mi padre clandestino mientras mi madre criaba con un seno de solidaridad de amigos y compañeros y familia a mis hermanos mellizos cuando el derecho de leche en los consultorios de salud era amenaza de una posible detención. Fue esa carencia de familia y sustento lo que llevó a mi viejo, que aún no llegaba a los 30 años, a dejar en parte esa huida permanente, por mantener a la prole. Mucho tiempo no pasó cuando la rutina lo hizo caer en las manos de la policía política de Pinochet, el Comando Conjunto obtuvo así al último CC de la jota que quedaba por ahí libre pero desvinculado por órdenes del exilio. Fue cuando esa familia que pretendía funcionar como tal caía en el hambre, el terror y la condena, no hubo más ayuda solidaria de los compañeros, ni posibilidad alguna de Caritas o la Cruz Roja, no existieron razones, solo silencio. Los piojos surgieron como una forma más de exterminio, las pieles resecas, las ojeras, el hambre… y fue contra esas plagas miserables cuando la desobediencia y la valiente solidaridad me levantó y me abrió otros ojos. Sonreía tras unos ojos brillantes y bigotes enormes, bromas y sin igual humor, cantos y palabrotas dulces de un hombre de trabajo rudo, hombre de manos gruesas, que abría zanjas en el PEM, que hacia filas eternas tras una vacante en las escazas construcciones, pero que cada día llevaba para sus hijos y para nosotros un sustento humilde, harina tostada y una cajita de candys, unas bolsas de leche, una par de cajas de Fortezan. Salía el sol, aprendimos a olvidar un poquito las nubes oscuras que nos obligaba a meternos bajo la cama o dentro del ropero, y llorar en silencio para no compartir el miedo. Dije mi primer garabato, elevé mi primer volantín verdadero y no una choncha, descubrí lo […]