El canciller de Perú, Gonzalo Gutiérrez, calificó hoy como injustificadas las críticas de su colega de Chile, Heraldo Muñoz, a la ratificación por el presidente Ollanta Humala de la posición peruana en una controversia fronteriza bilateral.
En una entrevista por televisión, Gutiérrez refutó en tal sentido la afirmación de Muñoz, de que los comentarios de Humala sobre la frontera terrestre común afectan las relaciones bilaterales.
«Me parece a nada conducente que el canciller de Chile señale que el presidente Ollanta Humala no puede expresarse de la manera más libre y directa sobre cuáles son los límites del Perú», manifestó.
Señaló además las palabras del mandatario peruano de ninguna manera deterioran las relaciones con Chile, que las declaraciones de su colega vecino «no se justifican» y que Humala solo expresó la realidad jurídica de la frontera terrestre entre ambas naciones.
Perú y Chile mantienen una controversia sobre el punto de inicio de la frontera terrestre pactada en 1929 y demarcada al año siguiente, diferencia que involucra a un pequeño territorio desértico costero de 3,7 hectáreas.
Chile reclama que el límite se inicia en el punto de en el que comienza la frontera marítima, establecida en enero pasado por la Corte Internacional de La Haya, y Perú se ciñe al llamado Punto Concordia, fijado más al sur por el Tratado de 1929.
Lima, 31 agosto 2014
Crónica Digital / PL
Dom Ago 31 , 2014
El amor para que florezca y de buenos frutos, hay que alimentarlo, día a día, con mucha comprensión, cariño y dedicación. Para que pueda trascender en el tiempo y sea recordado en la memoria emotiva, hay que regarlo, podarlo y darle nuevas nutrientes, tal como lo hacemos con nuestro jardín. Este argumento guarda mucha pertinencia con el arte teatral, una de las manifestaciones de la conciencia social de hombres y mujeres que devela con mayor vitalidad y autenticidad nuestros pensamientos, sentimientos y emociones. Así como el amor es una enigmática y bella energía difícil de definir con palabras; el teatro es – para los teatristas militantes – una irresistible pasión que los impulsa a escribir, interpretar o recrear historias que surgen de la realidad social y de la ficción. En esa lógica, cuando se cumplen treinta y cinco años de actividad ininterrumpida con el Teatro Universitario Expresión, dependiente de la Universidad Arturo Prat, se siente la sensación maravillosa del amor, de estar vivo y de no doblegarnos a la pasividad social que muchas veces nos intenta doblegar el actual sistema de vida. El teatro nos hace reflexionar, sentir y expresar los intereses, emociones y utopías de existencia. Nos revive y reinventa; nos hace experimentar que nuestra sangre fluye como un gran torrente por nuestro cuerpo. Esta sensación crece aún más cuando nos sentimos comprometidos con la historia de nuestro pueblo, con la identidad de nuestra región y con los cambios sociales que aspiramos como ciudadanos. Este amor por el teatro es un tesoro heredado, no estoy seguro si proviene de los dioses griegos o de los padres del teatro social obrero, pero sí estoy convencido que surge misteriosamente de nuestros genes y de nuestra conciencia. Posteriormente, el amor crece con el estudio, la experiencia, las vivencias y la adhesión a ciertas concepciones que postulan por la transformación social y por una vida más justa e igualitaria. A esa altura, el amor adquiere vuelo propio en ese mundo escénico abierto a la imaginación y la utopía. En estos treinta y cinco años de labor fructífera y generosa con el Teatro Expresión, muchas imágenes, recuerdos, vivencias y vicisitudes se agolpan en la mente y el corazón. Personajes, actores y actrices, escenarios y obras se proyectan como una película con diversas intensidades y modulaciones en la historia personal y del colectivo; sin embargo, como el teatro es un arte efímero, una suerte de imagen que solamente se mantiene en la reserva emotiva de los creadores y del público que vivió esa experiencia comunicacional, entonces el artífice después que baja el telón está pensando e imaginando en una nueva creación, de esta manera el proceso prosigue sin parar hasta el límite de nuestras existencias. En esa perspectiva, la labor creativa no tiene descanso ni pausa, persiste regularmente bajo o sobre el escenario, con o sin financiamiento, con sala o sin ella, con antiguos actores o con nuevos intérpretes, con apoyo institucional o de manera independiente, porque ese es el verdadero acto de amor en […]