Cuando Pinilla remata al arco eludiendo la defensa brasileña, en ese último minuto de alargue y golpea en el travesaño, el grito de gol se ahogó en las gargantas de millones de hinchas nacionales. Pareciera ser que cuando el esfuerzo por conseguir un logro se extrema, algo pasa que nos quedamos con las ganas.
El palo de Pinilla, parece ser una metáfora profunda de una cierta perplejidad, en el actuar de los chilenos, si extendemos la figura literaria, resulta claro como la coalición política llamada Nueva Mayoría, triunfa sobre la propuesta de la derecha con un programa progresista, pero que al transcurrir ya seis meses de su instalación, corre el riesgo de ser azolada por el “grito ahogado de un pueblo cansado de esperar”.
Partida de caballo inglés
La reforma tributaria “cocinada” al paladar de los empresarios, es un primer signo de preocupación para los sectores que buscan aplicar el programa. Hay fracciones de la vieja concertación, insistiendo tozudamente en acuerdos con la derecha. No se puede estar contra los pactos se nos dice, tampoco se puede negar el diálogo se nos dice, el problema es que en esas mesas hay temas censurados, porque a los grupos empresariales les resulta obsceno leer en el menú “caldillo de impuestos”.
Un paréntesis de relevancia histórica, entre 1985 y 1989 el Estado de Chile, se deshizo de modo caprichoso de 30 empresas, lo que significó una pérdida para el erario nacional de a lo menos MIL MILLONES DE DOLARES, siendo muy conservador. Hoy, muchos de esos mimados de la dictadura, se oponen a una reforma tributaria que permita comenzar a re-organizar la educación pública en Chile. La paciencia del mundo social tiene sus límites. De hecho, todavía no ha existido un gobierno democrático, con los pantalones bien puestos, capaz de pedir explicaciones en razón del saqueo que fue víctima el Estado, por parte de los civiles del gobierno autoritario.[i]
En síntesis, el proyecto de reforma tributaria se maquilló tanto que al parecer resulta irreconocible para muchos integrantes de la Nueva Mayoría, como dicen por el barrio de los “pingos”. Partió como caballo inglés y tuvo la llegada de un equino percherón.
Cuéntame cómo pasó…
Es el título de una comedia española, cuya trama es la historia de una familia y su evolución, desde los tiempos del franquismo, pasando por la transición democrática, la historia de la España reciente, hecha desde un guion muy bien pensado. En Chile lo más parecido es la producción nacional “Los 80”.
Los primeros seis meses del gobierno de la presidenta Bachelet, los ha vivido bajo la presión mediática del duopolio en la prensa escrita y los canales de televisión, en su mayoría privados, donde la campaña contra las reformas más importantes del gobierno, han surtido efecto. Sin embargo, desde La Moneda se siguen destinando fuertes cantidades de dinero en propaganda, a medios cuya agresividad resulta paradójica, en razón del país que vivimos.
En ese cuadro, aportar a nuevos medios tanto digitales como en formato de papel, debiera ser una prioridad -o al menos una señal de desmarque y advertencia- al duopolio que crece y se desarrolla con el aporte de los avisos del Estado.
Independiente de la poderosa oposición mediática, la administración ha fallado en la forma de comunicar sus propuestas, los titubeos, los dimes y diretes, tanto en economía como en educación, han afectado el propio proceso de reformas.
El desorden llega a tal punto que personeros históricos de la vieja concertación; aparecen firmando una carta que cuestiona la idea de la gratuidad en la reforma educacional “no nos parece que contribuye a la equidad social que quienes provienen de familias de altos ingresos puedan acceder a estudios superiores sin pagar los costos de educarse, en virtud de un subsidio público financiado con rentas generales de la nación”[ii].
Es raro que estas personas se quejen de esas políticas -pero guarden silencio- frente a becas del Estado entregada a hijos de los sectores más privilegiados de Chile. En esos casos sí, el Estado puede financiar a sus familiares en desmedro de otros, tal vez, con la misma calidad académica. [iii]
El gobierno no se ha sabido explicar, ha caído en el mismo error de la añeja concertación y de la derecha, creer que los chilenos somos incapaces de pensar, suponer que solamente un grupo de “expertos” tienen las respuestas para todo, aislándose del mundo social y no teniendo la empatía para escuchar a sus propios electores.
El ciudadano común necesita un relato claro y efectivo, con ejemplos convincentes, donde se recojan sus propias experiencias traumáticas con lo que se quiere cambiar.
Envíen a sus Ministros a regiones, a los intendentes a dar la cara, sin el apoyo de su base social y electoral, es imposible avanzar, el gobierno no puede pretender negociarlo todo, entre las cuatro paredes de la nueva cafetería del congreso. Los chilenos necesitan que les cuenten cómo pasó.
Me veraz caer en la ciudad de la furia…
Luego de cuarenta y un años, de una oposición férrea al modelo político y económico, un sector de la izquierda, integrada por el Partido Comunista y la Izquierda Ciudadana, son parte del gobierno. Se trata de un acuerdo político que tiene como fin, aplicar las reformas propuestas por la administración Bachelet. Desde esa perspectiva este sector de la izquierda, se ha auto-asignado la responsabilidad de guardianes de la palabra empeñada.
El nuevo escenario acrecentó las diferencias entre estos partidos y otros sectores de las izquierdas, el diálogo a estas alturas es de sordos y puede reducirse al facilismo de “ultras” o “reformistas”.
Los desencuentros se han expresado en las calles, sindicatos y federaciones estudiantiles, desatando una dura y soterrada pugna, por la conquista de representación social.
Sin embargo, ninguna de las izquierdas, ha sido capaz de realizar el trabajo que los sectores populares necesitan, ya no basta con instalar los temas como en el caso de la educación, sino es posible capitalizar la energía desatada. Tampoco es sostenible explicar la presencia en el gobierno, a partir de diputados y ministros; si eso no se traduce en un acercamiento real a las organizaciones sociales, con el fin de quebrar la obstrucción constante de la derecha económica y política, en contubernio con las viudas de la política de los acuerdos y del pacto de exclusión, del mundo social.
Se hace necesario abrir el debate, sin etiquetas, sin falacias, mientras no haya ideas sobre la mesa, mientras no exista voluntad de tender puentes -las organizaciones sociales, gremiales, entre otras- están condenadas a vivir en un constante borrón y cuenta nueva, como si los pequeños espacios de comunidad, se transformaran en feudos inútiles, destinados al catastro de tal o cual organización política.
La derecha no ha perdido el tiempo, hablan de la falta de confianza, producto de las reformas, del peligro de un cierto “monopolio sindical” cuyo fin sería quebrar el “trato igualitario” existente entre empresarios y trabajadores, de esta manera pretenden torpedear cualquier intento de trasformaciones laborales, y por supuesto constitucionales. Incluso se atreven a reivindicar desde el ámbito ético y político el golpe de estado y sus consecuencias, no existe una doble lectura en la inserción publicada el once de septiembre, en el cuerpo C página 3 de El Mercurio[iv]. “Me veras caer / como una flecha salvaje”.
Oda a los infiltrados
Con infiltrados seguro la bomba en el metro Escuela Militar, podría haberse evitado, en el peor de los escenarios hubiera sido un guatapique. Lo llamativo es el espectáculo del miedo, lo sorprendente es la instalación de la duda, traducida en una especie de sospecha. Como un reality bien pensado, una cámara oculta cuyo título podría ser “vivimos en peligro”.
Ante la inseguridad desatada, donde el enemigo puede tener una capucha, un pañuelo, poleras negras, mochilas oscuras de diversas marcas o tener un amigo, primo de extraño parentesco con aburridos lautaristas, el país necesita y exige un conjunto de chapulines colorados.
Un ministro ha dicho que pedirá asesoría a los servicios de inteligencia norteamericanos, temen un ataque de volantines rojinegros y un coro de “A las barricadas” contra el símbolo del emprendimiento, conocido como Costanera Center. Piden ayuda a quiénes han lucido pulcritud y respeto al Derecho Internacional con iniciativas tan loables como Guantánamo y el aniquilamiento de un tal Osama Bin Laden y su parentela, para luego exponer su hazaña en todas las salas de cine, por supuesto en formato 3D. Franceses y alemanes son muy pacatos según me cuenta un informante. En cuanto a los españoles, en los pasillos de La Moneda, se ha escuchado que ellos están informados que Chile ya no es colonia de la península ibérica.
Otros consejeros del gobierno, han sugerido contactarse con cuadros jubilados de la Stasi, aunque según el catastro de la vilipendiada ANI todos estarían afectados de Alzheimer.
El experto Marcelo Schilling, ha divulgado que los funcionarios de inteligencia, van a terminar demandando al estado por síndrome de túnel carpiano y sedentarismo forzado. La cosa es seria me ha dicho un infiltrado, con su diabetes tipo 2 detectada.
En fin, si del bolsillo de los chilenos se financia a tanto sostenedor de colegio particular subvencionado, si además, proporcionamos parte de nuestro sueldo al bienestar de unos señores muy carentes de todo, como son los integrantes de los directorios de las AFP. Si somos campeones en donar pesos, a fundaciones de todo tipo, seamos benevolentes y solidarios con nuestros compatriotas de la ANI. Porque si ellos fallan ¡Quién podrá defendernos!
Omar Cid
Director Crónica Digital
Santiago de Chile, 24 de septiembre 2014
Crónica Digital
NOTAS
[i] Gustavo Marín, Trayectoria de las privatizaciones en Chile durante el régimen dictatorial (1973-1989). O María Olivia Monckeberg, El saqueo de los grupos económicos al Estado chileno, Ediciones B. Chile, S.A., Santiago, 2001.
[ii] El Mercurio 6 de septiembre Cartas al Director, titulada “GRATUIDAD UNIVERSAL: UNA MEDIDA REGRESIVA”
[iii] Becas para hijos de Coloma (UDI) y Larraín (RN) abre debate sobre la coherencia de los opositores a la Educación gratuita. The Clinic. 02 de julio 2014.
[iv][iv] Se trata de una inserción, donde se recuerda el triste papel de La Cámara de Diputados en agosto de 1973, abriendo la puerta para el golpe de Estado. El encabezado es más grave porque dice: “Frente a los dichos de la presidenta en Sudáfrica afirmando que tiene los mismos objetivos que el régimen de Allende, es bueno recordar cómo evaluaba la Cámara de Diputados a dicho gobierno en 1973”.
Excelente artículo. Mis felicitaciones