Por Ricardo Candia: YO COCINÉ PARA LEMEBEL

La única vez que vi de cerca a Pedro Lemebel, fue cuando los compañeros me pidieron  cocinar en el Tren de la Victoria que llevaría la candidatura de Gladys Marín y a ella misma hasta Temuco. Eran tiempos en que había trenes y victorias

Yo dije que sí.

Me perdí gran parte de la algarabía natural de esa iniciativa, guitarreos, risas, gritos, a pesar de que era un tren en zona seca, que en gran medida intentaba reproducir el Tren de la Victoria de Salvador Allende, el que hasta hoy se recuerda en tonos épicos, porque debí meterme en un sucucho estrecho, y algo grasiento en el cual estaba la cocina del coche comedor.

El tren paraba de vez en cuando, en pueblos y ciudades y la gente en los andenes  alguna aplaudía y otra miraba con algo de curiosidad.

No era primera vez que cocinaba ni la primera que cometía tantos errores juntos. Sugerí a los encargados de resolver las cosas, que hiciéramos un menú lo más simple posible. El segundo error, el primero fue aceptar ir en esa aventura, fue decidir hacer un consomé de pollo, pensando en lo frío de la noche y su correspondiente desvelo, aprovechando las presas como plato de fondo, agregando algunas ensaladas.

No he dicho, ahora lo hago,  que se cocinaba para la candidata y sus más cercanos acompañantes, no para todo el chungo que iba en el tren, que era mucho.

El tercer error fue no considerar que el movimiento del tren es el mismo de todo el resto. En un gran fondo de aluminio, aderezados con pimentón, cebollas, algo de orégano y sal, primero sellamos las presas y luego, una vez que comenzó a salir un agradable aroma a ajo frito, dejamos caer el agua en medio de un vaivén que se reprodujo de inmediato en el fluido.

Para ahorrar palabras, diré que a los pocos minutos cada trutro largo, cada pechuga entera se había desmenuzado por completo, y sus restos, el más grande de un par de centímetros, flotaban alegremente en la superficie. Los huesos se habían ido a fondo.

El vaivén del tren había hecho lo suyo. De nada me sirvió concluir que el pollo debió cocerse en tierra, en donde los movimientos son algo menos violentos, descontadas las circunstancias de temblores y terremotos.

Los encargados de la atención de candidata y personalidades, llegada la hora de almorzar a la altura de Chillán, me miraban con la expresión de quien quiere matar a alguien.

Con mi ayudante, quien, al otro día me daría cuenta que se llevó mis cuchillos cocineros regalones los que yo había robado de un restaurant de Estocolmo, cien años de perdón para el ayudante, decidimos cortar por lo sano y con un enorme colador, comenzamos la penosa tarea de rescatar los restos náufragos del pollo que parecían disfrutar ese ir y venir tan propio de los trenes.

Luego de juntar una respetable cantidad de trocitos de pollo reblandecido, improvisamos unas ensaladas y sobre éstas dejamos caer cantidades más o menos parecidas de carne molida de pollo, adornamos los platos con hojas lechugas y, transpirados tanto por el calor de ese sucucho enano, como por la desgracia que habíamos sufrido, pedimos a los compañeros que oficiaban de garzones que procedieran a servir.

Lo que sí tuvo aceptación, fue el consomé. Por suerte teníamos huevos, así que en una maniobra tan rápida como desesperada, procedimos a repartir la sopa en las tazas algo saltadas del tren, para que la cosa no se viera tan pobre.

A Lemebel, que fumaba y fumaba, su cabeza protegida del viento por un coqueto pañuelo de señora,  lo vi dos veces acodado en una mesa del coche comedor que olía a pachulí, por el cual pasé de ida y de venida. Acompañaba a Gladys en animada conversación, rodeados de cámaras y gente amiga.

Al otro día volvimos a Santiago con el cuerpo castigado por el poco dormir y con la sensación de fracaso en el cometido de cocinar para los compañeros. Como siempre sucede, ese golpeteo en la conciencia me siguió por un breve tiempo, hasta que se extinguió.

Luego vinieron las elecciones. Gladys Marín sacó un 2,9% y el mundo siguió andando. Hoy avisan de la muerte de Lemebel y por eso recordé que en aquella oportunidad fue la única en que lo vi de cerca.

Por Ricardo Candia

Santiago de Chile, 23 de enero 2015
Crónica Digital

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Next Post

4 MIL PERSONAS APRENDEN A CUIDAR EL AGUA CON “MI BARRIO SUSTENTABLE”

Vie Ene 23 , 2015
En el barrio Girasoles del Guindal de Machalí se realizó el primer cierre de “Mi Barrio Sustentable”, programa desarrollado por Essbio, la Fundación Urbanismo Social y efizity, que surgió el 2013 como una iniciativa piloto en Rancagua y que tras su éxito se replicó el 2014 en todas las regiones en las que opera la sanitaria. Durante el evento en Machalí -uno de los barrios más participativos del programa junto a Brisas del Bicentenario de Chillán y la Villa San Luis de Los Ángeles- se premió a Antonia Hernández  y Ana Luisa Catalán en reconocimiento por adoptar prácticas responsables con el medio ambiente y el presupuesto familiar. El 2014 Mi Barrio Sustentable estuvo presente en ocho barrios de las regiones del O´Higgins, El Maule y Bío Bío con el slogan “Cuida el medio ambiente y tu bolsillo” enseñando a las familias de nuevos barrios de vivienda social a consumir responsablemente el agua potable en sus hogares con diversas actividades para toda la familia. ¿Por qué Mi Barrio Sustentable trabaja con nuevos barrios de vivienda social? El programa interviene en barrios recién entregados considerando las complejidades que tiene la instalación de las familias en un nuevo hogar, ya que además de estar preocupados de la postventa, los arreglos, las ampliaciones y otros, quienes vienen de campamentos o de años de vivir como allegados muchas veces desconocen los costos de los servicios básicos o no han destinado parte de su presupuesto mensual al pago de cuentas.  “Sirve para educar a las familias sobre la importancia de un consumo responsable y eficiente del agua potable para evitar cuentas de agua que afecten el presupuesto familiar y, así, ayudarlas a que puedan contar mes a mes con recursos para otras necesidades del hogar” explicó Pilar Goycoolea, Directora Ejecutiva de la fundación Urbanismo Social. Siguiendo los consejos del programa cada familia podría llegar a disminuir su consumo en aproximadamente un 25%, esto se traduce en que un hogar de entre 3 a 4 personas podría ahorrar en promedio hasta $45.000.- al año. En un hogar con más de 5 personas hasta $65.000.- aproximadamente. Considerando que el segmento con el que trabaja el programa cuenta con menos recursos y tiene muchas necesidades y que, por lo tanto, las cuentas de servicios básicos son un gran porcentaje de su presupuesto familiar, se busca además, prevenir el endeudamiento. En este contexto, uno de los objetivos del programa es apoyar a quienes se van endeudando con el cobro, no solo promoviendo hábitos de consumo responsable, sino que también orientando respecto al deber y el compromiso del pago de los servicios del hogar, realizando seguimiento a casos complejos en terreno en cada barrio y un trabajo conjunto entre la empresa y los vecinos para proponer las mejores soluciones en cada caso. “Este programa involucra todas las áreas de nuestra compañía, ya que se requiere, por ejemplo, que atención al cliente se sume al desafío educativo, que el área de cobranzas adecúe sus procedimientos a las complejidades que lleva la instalación […]

Te puede interesar:

Las opiniones vertidas en este medio de comunicación no necesariamente representan el sentir de Crónica Digital y son de responsabilidad de quienes las emiten.

Crónica Digital, es un medio de comunicación social, republicano y comunitario. Fue fundado el 19 de abril del año 2005. Su objetivo periodístico es informar sobre los principales noticias de Chile, América Latina y el mundo.

El director de Crónica Digital es el periodista Marcel Garcés Muñoz.

Su representante legal y editor general es el periodista Iván Antonio Gutiérrez Lozano.

El editor nacional es el periodista Ramón Vargas Vega.

El editor cultura es el periodista Miguel Alvarado.

Corresponsal en La Habana, Cuba, Florencia Lagos N.

El asesor legal es el académico y abogado Sr. Pablo Méndez Soto.

Los principales asociados informativos de Crónica Digital son la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina , la agencia de noticias China, Xinhua y TV Brics.

En Chile, el medio electrónico El Maipo

Correo: cronicadigital@gmail.com
Dirección: Maturana 302 local 2
Santiago de Chile.

Desde el año 2005 Crónica Digital es parte de la Asamblea Nacional por los Derechos Humanos.

Crónica Digital es una marca registrada. Todos los derechos reservados.

Redacción Diario Crónica Digital
Fono: 950142601

Un café en una plaza con historia....

Maturana con Huérfanos
plaza Brasil,
Santiago de Chile.

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es cafe-con-torta-900x675.jpeg