Pareciera que el cantante Raphael nos advertía un concepto que abre un oscuro episodio del fútbol universal en una canción de cinco minutos. A vísperas de las elecciones presidenciales de la FIFA, y también de la Copa América, la cual se organizará en nuestro país, un caso de corrupción sospechado por mucho tiempo ha salido a la luz. Estados Unidos y su policía federal se «han vestido de héroes» al desenmascarar a oficiales del ente rector del fútbol mundial, quienes están involucrados en una red de lavados de dinero que se intuía por las curiosas decisiones que se han tomado en los últimos años, con respecto a las competiciones internacionales del «deporte rey».
Este es el asunto a nivel general: La fiscal general de los Estados Unidos, Loretta Lynch, denunció que 14 acusados (donde figuran dos vicepresidentes de la FIFA, el uruguayo Eugenio Figueredo y el caimanés Jeffrey Webb, así como el ex presidente de la Conmebol, el paraguayo Nicolás Leoz) por asociación delictiva «corrompieron el fútbol por sus propios intereses y para enriquecerse» desde 1991. Desde ese año, la Concacaf (Confederación de Norte-, Centroamericana y del Caribe) y la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) usaron sus posiciones para solicitar sobornos a cambio de derechos de transmisión por televisión y de marketing.
¿Cuáles son las decisiones en la FIFA que me parecen curiosas? 1) Asignar el Mundial a Qatar en el 2022, 2) las formas de adjudicarse los derechos de televisar los torneos, y en menor medida, 3) la calendarización de las diferentes copas que se disputan regular o temporalmente.
El primer punto se discute desde que se anunció la elección de Qatar para albergar la Copa del Mundo en 7 años más, acentuando en las altas temperaturas y el reconsiderar las fechas del torneo como las aristas más polémicas del asunto.
El segundo tema (el que merece nuestra mayor atención) salpica a la competición que comienza el 11 de junio en el Estadio Nacional de Santiago, ya que se investiga a la misteriosa empresa DATISA (empresa creada en 2013 y que agrupó en partes iguales los intereses comerciales de Traffic Group, Torneos y Competencia S.A y Full Play, las tres grandes compañías que siempre aparecen ligadas al fútbol y sus derechos), ligada estrechamente a la organización del torneo.
Esta empresa habría sobornado con 100 millones de dólares (repartidos por cierto) a los distintos dirigentes que componen la Conmebol. Esos 100 millones se dividían en 5 cuotas, la primera por el contrato para televisar las cuatro Copas América siguientes, partiendo por Chile 2015. Los 80 millones de la divisa norteamericana restantes se reparten en la cita que albergará nuestro país, y en las tres próximas: Estados Unidos 2016 (Copa Centenario, que celebra los 100 años del torneo), Brasil 2019 y Ecuador 2023. Gracias al primer contrato, y al torneo que comienza en dos semanas, Sergio Jadue, presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional, habría recibido 3 millones de dólares. Declaró 1 millón y medio, pero que éste no tiene nada de ilegal. Y ahora, el mismo ente dio a conocer los documentos con los que quieren demostrar que todo está en orden.
A través de un comunicado en su sitio web, la ANFP señaló que «en relación al US$1.500.000 que el FBI califica como ‘soborno’ o ‘coima’, en el caso de la Federación de Fútbol de Chile se rechazan tales adjetivos, pues dichos dineros fueron depositados con fecha 27 de noviembre del 2013, en la cuenta corriente del Banco BBVA de la Organización de la Copa América, como ‘Abono por Copa América 2015’. (Fuente: Emol)
Cada pago de 20 millones fue dividido de esta manera: “3 millones para cada uno de los top tres oficiales de Conmebol: el presidente de la Confederación (uruguayo) y los presidentes de las asociaciones de Brasil y Argentina; 1,5 millones de dólares a cada uno de los otros siete presidentes de las federaciones de Conmebol (ya incluimos a Jadue en este lote); y 500 mil dólares para otros once oficiales de Conmebol».
“Compremos el cuento de Sergio Jadue», quien sólo habría aceptado 1 millón y medio de dólares. Supongo que se ha dado cuenta de todos los problemas que han surgido por la construcción de los estadios para la Copa América, y les vengo con un bonito ejemplo. El Estadio La Portada de La Serena, que se demolió a finales de febrero del 2013, fue recién entregado en mayo de este año, aunque estuviese presupuestado en 18 meses para su término. ¿Qué pasó ahí? Sueldos impagos, huelgas, dinero inexistente para seguir construyendo. Faltaban 700 millones de pesos para continuar los trabajos en el recinto, problema que se extendió desde finales del 2013, hasta principios del 2014.
El dinero recibido de DATISA y «transferido inmediatamente a la cuenta de la ANFP», supera el monto ya mencionado, y curiosamente llegó caído del cielo el 27 de noviembre del 2013. ¿Coincidencia? No lo creo. ¿Cómo se resolvió esto? El gobierno de Sebastián Piñera entregó la imperiosa suma de dinero. Sí, el gobierno. Si no me cree, vea en este link de un diario de la 4ta Región: http://diarioeldia.cl/articulo/deportes/jefe-estado-dara-700-millones-estadio-portada. La cuenta corriente del Banco BBVA, llamada ‘Abono por Copa América 2015’, con esa transferencia ganó más de 780 millones de pesos. Véalo en este link, la última imagen: http://www.24horas.cl/deportes/futbol-nacional/anfp-publica-documentos-que-probarian-pago-de-anticipo-por-copa-america-1674925. ¿Hay turnos con el gobierno? ¿Pagas tú este estadio y este yo? ¿Cuánta cantidad de dinero sucio debe estar rondando por ahí? Le dejo a usted la opinión.
El tercer punto tiene principal relación a la extraña relación que hay en la organización de los torneos europeos en desmedro de los sudamericanos. La final de la Champions League es el 6 de junio, y sólo 5 días después se da inicio a la Copa América en Chile, y en cada equipo en instancias finales habían jugadores titulares de selecciones que la disputan. Aún así la FIFA (Blatter) y la UEFA (Platini) no hicieron nada. No me sorprendería que la siguiente edición de la Champions terminase a mediados de mayo del próximo año, en vistas de la Eurocopa 2016. Así es la cosa.
Hasta el día de hoy no se había comprobado ninguna de las débiles acusaciones de antaño, y creo que esto es sólo el comienzo de la pesadilla más grande que ha pasado la FIFA desde su creación en 1904. Es muy lamentable que todo esto haya ocurrido, pero es muy positivo que se haya divulgado. Seguramente se me pasan muchas otras aristas de estos casos de corrupción, sólo me fijé en las que me parecían interesantes en cuánto nos afecta como Fútbol Nacional.
Regresando al ámbito mundial, la justicia estadounidense aún no ha formulado cargos contra el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, que se presenta a la reelección para un quinto mandato, y se enfrenta al Príncipe, Ali Bin Al Hussein, vicepresidente actual del organismo internacional. Debido a este escándalo, al parecer la elección se pospondrá dentro de los próximos 6 meses.
Ojalá que la manga de sinvergüenzas (foráneos y criollos) pague por todo lo que ha hecho, me parece insólito que hablen de probidad y transparencia durante todo este tiempo. Son personas como éstas las que manchan uno de los deportes más atractivos del mundo al punto de convertirlo en algo repugnante. Las ganancias de la Federación Internacional de Fútbol entre el 2011 y el 2014 superan los 5 mil millones de dólares, una locura. Todo ese dinero podría invertirse en causas nobles y justas, pero no, lo siguen manejando una élite económica a la cual le sospecho muchas fechorías más de esta índole.
Para terminar les dejo una frase de Richard Weber, director de la agencia tributaria «gringa», quien hizo una analogía de antología: «Era la Copa del Mundo del fraude y hoy les hemos sacado tarjeta roja a la FIFA». Ojalá los suspendan por siempre, y los sancionen más duro que a Luis Suárez, buen reto…
Por Vicente Vásquez Feres
Crónica Digital 27 de Mayo 2015
Interesante columna Vicente.. muy buenos datos.. me quedó clarisimo