Por fin aparecieron los goles, Messi tocó la novena sinfonía y Argentina sacó pasaportes a la gran final de la Copa América de fútbol, a costa de una combativa escuadra de Paraguay, con contundente 6-1.
Se dieron todas juntas, pudimos marcar muchos goles luego de varios partidos cerrados. Encontramos muchos espacios después de marcar el primero, dijo Lionel la Pulga Messi al término del cotejo.
Cumplimos el primer objetivo que era estar en la final, ojalá caigan más goles ese día, Dios quiera que me toque hacer alguno, comentó el astro del Barcelona.
El desafío se antojaba emocionante. Ni los ocho grados que imponían respeto en el estadio Alcaldesa Ester Roa, de esta ciudad, pudieron atenuar el ímpetu de ambos contendientes, decididos a buscar el triunfo a sangre y pulmón.
Paraguay, impecable tácticamente, sorprendió a la selección Albiceleste en los primeros instantes y salió a ofender en lugar de defender, un guión revolucionario para un equipo acostumbrado al catenaccio.
Sin embargo, Argentina comenzó a soltarse en la cancha a puro talento individual y pudo meter el primer gol en el minuto 11, cuando Messi rompió las líneas de presión y armó una triangulación de lujo, finalizada por Pastore con un disparo tenue a las manos del portero guaraní Justo Villar.
Al poco rato, en el 14, Messi sirvió un tiro libre desde la banda izquierda que, tras un fallo de la defensa paraguaya, cayó en los pies de Marcos Rojo, quien definió ajustado al palo derecho de Villar y puso el 1-0 para los albicelestes.
A partir de ese momento, el juego de Argentina creció y su dominio territorial aumentó de manera notable. Todo eran problemas para los paraguayos, quienes, para colmo, vieron como caía lesionado Derlis González en el 23 (necesitó el cambio).
Argentina seguía a lo suyo y en el minuto 27 Messi envió un pase milimétrico a Pastore, quien definió con la sangre fría de un killer, cruzado, imposible para Villar. Era el 2-0, supuestamente era el boleto a la finalísima.
Pero los paraguayos son incansables, jamás se dan por vencidos, para ellos la presión es un aliciente, un estímulo para seguir en la pelea, aunque, vale destacar que en el 31 el delantero Roque Santa Cruz también salió lesionado del partido.
Así, cuando todo parecía definido, los guaraníes pusieron contra la espada y la pared a los subcampeones mundiales, al recortar distancias en el 43, por intermedio de Lucas Barrios (sustituto de Santa Cruz), que aprovechó un error de la defensa argentina y marcó un golazo desde la frontal del área.
De esa manera llegaron al descanso. Argentina, un mar de dudas. Paraguay todo coraje. Pero la historia tendría un viraje radical, que dejaría servida la final soñada.
Los argentinos, con Messi y Pastore en todas las jugadas y Di María muy activado, salieron como leones en la segunda mitad del partido, y arrollaron a sus adversarios.
Di María, en el 47, transformó en gol la mejor jugada de Argentina en la Copa América: una sucesión de pases entre los defensores guaraníes -meros espectadores-, que finalizó Pastore con un trazó sobrenatural para dejar solo al Fideo contra Villar.
Apenas seis minutos después, Argentina armó un contragolpe de libro, Di María marcó el 4-1 y quedó sentenciado el cotejo.
Después todo fue puro trámite, el ritmo lógicamente decayó y Argentina, con el pie totalmente fuera del acelerador, se dio el lujo de marcar otros dos goles, a la cuenta de Sergio Agüero, en el 80, y Gonzalo Higuaín, en el 83.
Con este resultado, Argentina ratificó su paternidad sobre Paraguay en Copa América. Hasta hoy, los albicelestes suman 19 victorias, cinco empates y cero derrotas ante los guaraníes, en 24 partidos.
Ahora, en la final soñada de esta Copa, los subcampeones mundiales se medirán contra el equipo anfitrión, Chile, que ayer había superado con lo justo 2-1 a Perú.
Argentina encontró la contundencia de cara al gol a la hora cero; tiembla todo Chile porque estamos ante la mejor versión de la Albiceleste de los últimos 25 años; evidentemente la proeza de llegar a la final de la Copa del Mundo el año pasado no fue casualidad.
Se viene un partidazo el próximo sábado en el estadio Nacional. Argentina-Chile. Reserven asientos que llega lo mejor.
Por Damian Trujillo
Santiago de Chile, 1 de julio 2015
Crónica Digital / PL