El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba evidencia la posibilidad de resolver diferendos de manera pacífica y apegados al derecho internacional, coinciden gobernantes, representantes de organizaciones y líderes civiles del mundo.
La confirmación el miércoles de la reapertura de sedes diplomáticas en Washington y La Habana el 20 de julio próximo y el restablecimiento de nexos a ese nivel, anunciada por presidente estadounidense, Barack Obama y su homólogo cubano, Raúl Castro, despierta interés y satisfacción en el orbe.
El Sistema de Naciones Unidas en Cuba dio la bienvenida al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, mientras consideró que la apertura de embajadas en sus capitales respectivas es un hito importante hacia la normalización.
Asimismo, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, acogió con beneplácito este paso y confió en que esta medida histórica beneficie a los pueblos de ambas naciones.
También las organizaciones que integran la coalición Alianza Martiana (AM) confirmaron en Miami su satisfacción por el hecho, mientras reiteraron su solidaridad con el gobierno y pueblo de la isla caribeña.
Saludamos con gran entusiasmo -pero con la cautela que los hechos requieren- estos acuerdos que culminan una parte del proceso de acercamiento entre ambos países, señaló una nota del Comité de Dirección de la AM, a la cual tuvo acceso Prensa Latina.
Desde la región latinoamericana y desde fuera del continente también se significó el anuncio del 1 de julio, tras 54 años de ausencia de nexos diplomáticos, suspendidos por Estados Unidos en 1961.
En un comunicado, el gobierno de la presidenta argentina, Cristina Fernández, celebró el acontecimiento y también resaltó la necesidad de que Washington ponga fin al bloqueo económico, financiero y comercial a la isla impuesto en 1962.
Para el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, este nuevo avance es una victoria de la isla caribeña. Se trata de una especie de reescritura de la historia, de algo que debió haber sucedido hace más de 40 años, declaró en una visita a Chile.
Desde aquella nación austral, el Gobierno de Michelle Bachelet felicitó a Cuba y Estados Unidos «por la decidida voluntad del entendimiento y compromiso político desplegada para generar un clima de diálogo, consenso y cooperación».
Uruguay también se congratuló con la noticia y opinó que ello «reafirmará la paz y contribuirá a fortalecer el diálogo y la cooperación en todo el continente americano».
Washington debe poner fin a una política anacrónica, cruel e inhumana que afecta a todas las categorías de la población cubana, sobre todo las más vulnerables, y todos los sectores de la sociedad, opinó desde París el académico francés Salim Lamrani.
Desde naciones tan distantes como Sudáfrica y Paquistán, también alabaron la decisión que ha llevado a algunos medios de prensa internacionales y especialistas a considerada como la noticia del año.
Washington, 3 julio 2015
Crónica Digital / PL
