Representantes de Ecuador y Suecia inician hoy conversaciones sobre el caso del periodista e informático australiano Julián Assange, para intentar hallar una salida a un proceso legal paralizado durante más de tres años.
De acuerdo con el ministerio de Justicia de la nación nórdica, las partes intentarán encontrar puntos coincidentes entre las legislaciones de los dos países que permitan llevar a cabo el interrogatorio del imputado.
Assange lleva más de tres años asilado en la embajada de Ecuador en Reino Unido y aunque el país suramericano ha mantenido la propuesta de realizar la entrevista en la sede diplomática, Estocolmo lo negó reiteradamente y solo en marzo último abrió la puerta a esa posibilidad.
Las pláticas comienzan hoy luego de que Suecia aceptara la proposición ecuatoriana de reunirse para tratar de encontrar una solución al caso.
«Fue una decisión política el acceder a tener esta discusión», indicó la funcionaria del ministerio sueco de Justicia responsable del caso, Cecilia Riddselius.
Agregó que las conversaciones serán complejas, por lo que resulta imposible vaticinar cuánto pueden durar.
Assange enfrenta en Suecia acusaciones de delitos sexuales que él niega y afirma son una treta para lograr la extradición a la nación nórdica, que luego lo entregaría a las autoridades norteamericanas.
Estados Unidos persigue al australiano pues Wikileaks publicó miles de documentos confidenciales que comprometen a Washington y muestran las violaciones cometidas en cuestiones como las guerras de Iraq y Afganistán.
Hace pocas semanas, la defensa denunció el doble rasero de la justicia sueca que por años se negó a realizar el interrogatorio por estar el acusado en suelo británico, sin embargo en ese periodo interrogó a varias decenas de imputados en Reino Unido, en el marco de la cooperación bilateral en materia de justicia.
La postura del país nórdico provocó una paralización del proceso que ha mantenido al periodista en una especie de limbo jurídico.
En este sentido, la defensa lamentó que pese a no existir ninguna condena en su contra, Assange ha debido permanecer todo el tiempo encerrado en una pequeña habitación de la sede diplomática, con el riesgo de ser inmediatamente atrapado si pone un pie fuera del inmueble.
Durante estos años, la situación de encierro deterioró la salud del informático, quien además ha permanecido alejado de sus familiares y amigos.
Estocolmo, 31 de agosto 2015
Crónica Digital / PL