El Procurador General de Ecuador, Diego García Carrión, detalló hoy los pormenores del proceso en curso en torno a la transnacional petrolera Chevron-Texaco, a partir de un libro de su autoría.
Ante numerosos invitados en la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile, García Carrión se refirió al texto de 273 páginas denominado Caso Chevron: Defensa del Ecuador frente al uso indebido del arbitraje de inversión.
«La obra expone la perspectiva y el trabajo de la defensa frente al arbitraje de inversión planteado por Chevron contra Ecuador, quedando claro que detrás de este proceso arbitral subyace una controversia por daño ambiental entre privados», remarcó.
En declaraciones a Prensa Latina, el jurista explicó que el proceso ha avanzado en etapa de méritos y en estos momentos ha concluido la presentación de pruebas.
Posiblemente después el tribunal insista en algunos aspectos y tome provisiones si es necesario profundizar en lo presentado por las partes, comentó.
Ecuador lo que espera es que el tribunal entienda que nuestro país como Estado no tiene ninguna responsabilidad, y debe ser declarado libre de toda responsabilidad en el dictamen final, acotó.
García Carrión indicó que en el libro lanzado en esta capital, el lector podrá acceder a la información relacionada con los antecedentes históricos y jurídicos del caso, y el desarrollo procesal del arbitraje.
Asimismo, los asuntos relacionados con jurisdicción, responsabilidad y el daño ambiental causado por la petrolera en la Amazonía.
En su exposición introductoria, el doctor Ignacio Torterola, experto argentino, se refirió también a los incidentes procesales de lo que consideró como uno de los casos más complejos dentro del sistema de solución de controversias Inversionista-Estado.
Apuntó la denuncia a la contaminación ambiental irreparable provocada por Chevron-Texaco (que en ese momento era solamente Texaco), y los enunciados del texto en torno al arbitraje de inversiones planteado por la transnacional contra del Estado ecuatoriano.
Igualmente, el doctor Torterola precisó las estrategias de la petrolera para supuestamente distraer a la justicia de la controversia ambiental y trasladar al país andino la responsabilidad por cualquier valor que tuviera que asumir.
En el muy dilatado proceso, Chevron-Texaco fue condenada a pagar nueve mil 500 millones de dólares por daños ambientales, pero buscó artimañas para revertir el caso.
El Procurador General mencionó en sus palabras el expediente del exjuez ecuatoriano Alberto Guerra, testigo estrella de Chevron, quien admitió recientemente ante un tribunal internacional que sus testimonios fueron exagerados y falsos.
Incluso, según una grabación que presentó García Carrión, el ex juez Guerra reconoció sus contrapunteos con la firma estadounidense para que le diera más dinero a cambio de su testimonio tergiversado.
En la velada manifestaron asimismo sus puntos de vista sobre el caso el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica, Carlos Frontaura, y el profesor Christián Conejero.
Entre los participantes estuvieron los embajadores de Cuba, Venezuela, Panamá, y diplomáticos de Bolivia, Nicaragua y El Salvador, entre otros.
Santiago de Chile, 25 de noviembre 2015
Crónica Digital