El devenir histórico nos pone en un tiempo en el que nada importa, vivimos a un ritmo que no nos permite mirar a ningún otro lado que no sea hacia el frente, en un camino que no sabemos a dónde nos lleva, solo avanzamos sin saber el terreno en que pisamos, solo sabemos que hay que andar y a veces correr, sin importar si hay piedras, barro o espinas, solo hay que avanzar. Las anteojeras no nos dan la posibilidad de distraer ni un segundo la mirada del camino, si alguien cae, lo pisamos sin darnos cuenta del daño provocado, si yo caigo, soy avasalladlo por la multitud que tampoco repara en lo que hace al avanzar en forma desenfrenada, todos vamos. El problema es que no sabemos hacia donde nos dirigimos y cuál es el objeto de esta marcha a ciegas, sin saber si el camino nos lleva al futuro esplendor o el desfiladero, solo avanzamos.
La sociedad Chilena esta ciega, en algunos casos la ceguera es patológica y en otros es absolutamente voluntaria, simplemente no quiere ver. La negación de la realidad nos convierte en ciegos patológicos, el hacernos los que no vemos, nos convierte en cínicos, el no darnos cuenta que no vemos nos convierte en estúpidos y el ver y mirar hacia otro lado nos convierte en desalmados.
Hoy nuestro país requiere que todos y todas tengan los ojos muy abiertos, para ver los problemas reales de Chile, como son la brecha social, la falta de oportunidades, los robos entre vecinos, los robos de cuello y corbata, las colusiones monopólicas que desangran el bolsillo de la gente común y corriente, las conspiraciones en el futbol, los políticos que venden su conciencia al mejor postor. Hasta el vendedor de papas de la feria libre esta coludido para subir el precio del producto que trabaja
Se dice que todo cambio es para mejor,¿ porque vamos a permitir que esta máxima no se cumpla?. Al elegir al actual Gobierno con un 62% de la votación en favor de la Presidenta Bachelet , lo opción era un cambio de paradigmas, que las reformas que en el pasado no se hicieron, con esta importante aprobación de la gente se podrían realizar. Existía la voluntad de avanzar con los ojos abiertos mirando el camino, sin anteojeras, no pasando por encima de los demás, deteniéndonos a socorrerér al caído. Que no importen las piedras del camino, que no están ahí de casualidad, las pusieron, el barro y las espinas sabemos quién los pone en el camino. No permitamos que nos pongan una venda en los ojos.
Que el camino que queda por recorrer se luminoso, que nos permita ver la realidad sin velos que la distorsione, que el futuro esplendor nos encuentre con los ojos bien abierto para no perdernos nada de lo que suceda, que los abismos se queden en el pasado, que si bien el camino no va a estar lleno de rosas, al menos este parejo, para que todos podamos cAminarlo sin distracciones. EL FUTURO ES NUESTRO Y LO HACEN LOS PUEBLOS.
POR. MIGUEL ANGEL GONZALEZ JARA
Santiago de Chile, 31 de diciembre 2015
Crónica Digital