El día 28 de Diciembre de 2015 Camilo Escalona en este mismo medio publicó una columna en que hacía una reseña alegórica de lo que fue la identidad concertacionista, y particularmente, del Partido Socialista de la transición chilena, afirmando que esta identidad era socavada y menospreciada por el proceso político que la Nueva Mayoría está llevando adelante, según Camilo, de manera refundacional del Chile Actual. En palabras de Escalona
La tesis refundacional, aquella que señalaba que se partía de cero en el proceso de reformas democráticas a implementar en la actual segunda administración de Michelle Bachelet, provocó un serio daño no sólo a la definición de sus prioridades, desconociendo la gradualidad de las transformaciones a realizar, sino también generó un grave desprecio a la identidad de las propias fuerzas del bloque de gobierno.
Con estas palabras podemos sacar en limpio al menos dos cosas. Primero, que Camilo observa que este proceso de reforma ha sido demasiado acelerado, por tanto, podría resultar insolente para las clases dominantes, y segundo, que este proceso altera la identidad de lo que fue la otrora Concertación y que tiene directa relación con el primer punto, es decir, travestir la idea de “justicia en la medida de lo posible”, desconociendo que esa justicia atemorizada y de ‘real politik‘ no hizo sino administrar y profundizar el modelo socioeconómico neoliberal. Sin embargo Camilo hay algo que no podemos desconocerte y es tu sincero miedo al cambio.
Pero Camilo, hablar de identidad en política es algo complejo. Podríamos nosotros acusarlos a ustedes de cambiar la identidad y las prácticas de lo que fue un Partido Socialista, orgulloso de la ética y probidad militante, soñador con la llegada del socialismo al favorecer las condiciones necesarias haciendo mover la historia para llegar a él. Pero sabemos que esa identidad fue claudicada, que ya poco queda de aquel partido de Allende, Lorca, Aniceto, Godoy, González, Bastías, Barreto, y tantos otros/as . Y déjanos decirte que la identidad de la que hablas no ha estado cambiando con este supuesto proceso refundacional. Leamos bien el fenómeno político, y te diremos por qué.
La reforma educacional, partiendo por el fin al lucro, la selección y al copago no es más que una reforma que viene a poner parches sobre la legislación vigente. Establece una suerte de paridad frente al mercado a todos los colegios particulares subvencionados para poder acceder a los beneficios del voucher, estableciendo de esta manera una igualdad entre este tipo de establecimientos con los municipales (para lo que debiera ser lo público el tipo de institución predominante), cuya tendencia de matrículas sigue a la baja. En consecuencia, se reestructura la lógica de mercado, consolidándola, no prohibiendo el lucro en su amplia manera de realizarse, y que en el sistema superior nada dista de lo contrario. Asimismo hemos visto la calidad de la carrera docente que han aprobado, haciendo de la profesión educativa una carrera que para llegar a obtener una buena remuneración, luego, una mejor calidad de vida así como salir de las deudas educativas, no es más que un despropósito para los objetivos de fortalecer los distintos aspectos de la educación.
Pero tampoco tienes razón en cuanto a la gradualidad, ya que para que se acabe el total copado, recién habrán pasado diez años; ni qué decir del “proceso constituyente”, que la experiencia internacional indica que debe ser de corta duración y a través de una asamblea constituyente: en chile durará un par de años, teniendo que esperar a que después de los cabildos el próximo congreso tenga que decidirse por redactar la nueva carta fundamental, es decir, allá por el 2018. Segundo, la legislación en trámite sobre partidos políticos cuyos altos requisitos, fuera de todo contexto de una democracia del siglo XXI, no harán más que restringir el derecho de ser ciudadano y conformar partidos políticos a una escueta clase dominante, ustedes, que ya están en los espacios de poder político. Y por último, sólo por nombrar algunos casos, con el arribo del TTP y su pronta aprobación estaremos viendo la hipoteca y venta de la patria; sí, entregando su soberanía a corporaciones internacionales; algún día los chilenos los juzgaremos.
En consecuencia Camilo, lo que está pasando en Chile es la intensión de una clase dominante por consolidad y amarrar lo ya existente para profundizarlo, es decir, el neoliberalismo, vía Transformismo como estética política, y establecer legalmente a través de tratados internacionales con entidades supranacional que ‘controlen’ los Estados, que los cimientos del modelo económico y social de Chile es la mercantilización de todas las esferas sociales de nuestro trágico país. Sin embargo la tarea la tienen difícil, y es por eso que ustedes salen hablando de la identidad y lo mal gobernado que está Chile, y buscan crear el relato de una crisis de gobernabilidad, cuando en realidad saben es un crisis de legitimidad del sistema.
Es por eso que nos extraña tu relato Camilo, tú que siempre fuiste tan sincero en tus análisis, que nunca jugaste al travestismo político, y siempre avanzaste con la sed de poder frente a tus objetivos, y que hoy alejado de los flashes nos quieras cambiar el relato. Pero volvemos a repetir, la tarea la tienen difícil y citando ese bello dialogo de la película ‘Batman Asciende’ te decimos, les decimos: “Se aproxima una tormenta. Usted y sus amigos deben estar listos porque cuando llegue van a preguntarse cómo pudieron vivir con tanto y dejar tan poco a los demás”
Por: Silvio Reyes y Cristián Cepeda. Sociólogos
Santiago de Chile, 5 de enero 2016
Crónica Digital
para mi Camilo desea mantenerse vigente es por no perder poder ,el no ve la necesidades del pueblo y si es claro el lo quiere todo a la medida de lo posible, las necesidades del pueblo tienen que esperar.