Un equipo de investigadores oncológicos británicos llamó hoy a las personas a prestar atención a los cambios en su organismo para ayudar a curar el cáncer.
En la lista de las señales que no deben ser ignoradas se encuentra la persistente ronquera, característico de la neoplasia de cabeza, cuello o pulmón, alertaron los científicos.
Una fuerte sudoración nocturna puede ser síntoma de linfoma, así como una permanente pirosis o acidez estomacal indicaría un posible cáncer de páncreas o de ovarios, añadieron en un artículo publicado en The Telegraph.
También, los dolores en la zona media de la espalda, los problemas para orinar, la descarga de secreciones rosas tras la menopausia o los problemas al tragar pueden ser manifestaciones de enfermedades cancerígenas.
Según los expertos, otros síntomas a tener en cuenta, son las deposiciones líquidas o diarrea crónica, las úlceras bucales y las llagas que no se curan en dos o cuatro semanas, señal característica de la etapa primaria de una lesión de piel.
El profesor de medicina oncológica en la Universidad de Southhampton Peter Jonson considera que no le presta la atención necesaria a nuestros cuerpos.
En tal sentido, ignoramos síntomas menores que frecuentemente pueden ser causados por un cáncer temprano, apuntó el también médico principal de la fundación Cancer Research UK.
Londres, 2 de febrero 2016
Crónica Digital 7 PL
