La victoria del Sí en el referendo del domingo en Bolivia significaría la reafirmación de los procesos de transformación y emancipación de los pueblos latinoamericanos, aseguró el ministro de la Presidencia de este país andino, Juan Ramón Quintana.
En diálogo con Prensa Latina, el político señaló que el respaldo del pueblo al presidente Evo Morales y al programa de cambios impulsado por él sería «una ratificación de los enormes logros obtenidos por los gobiernos progresistas en la región».
Dentro de pocas horas, más de seis millones de bolivianos decidirán si se reforma el artículo 168 de la Carta Magna, lo cual daría a Morales y al vicepresidente Álvaro García Linera la oportunidad de presentarse nuevamente a los comicios generales, previstos para dentro de tres años.
Los resultados del referendo trascienden el nivel nacional. Nos estamos jugando una de las trincheras geopolíticas más importantes de Latinoamérica, señaló Quintana.
Este gobierno está sostenido por movimientos sociales y es antimperialista por definición, por lo que rechaza toda forma de dominio extranjero. Asimismo, apuesta no solamente por la soberanía del Estado boliviano, sino por la de toda la región, añadió.
Por tales motivos, (la consulta popular) «es una gran apuesta por la reafirmación de la lucha de los pueblos por la preservación de su soberanía, por la protección y el ejercicio soberano sobre sus recursos naturales», afirmó.
Debido a eso también es que enfrentamos un ataque brutal del imperio. Estados Unidos emplea todos los recursos posibles para tratar de recuperar su dominio hegemónico en la región, aseveró.
Quintana recordó las agresiones de Washington contra naciones como Venezuela, Argentina, Brasil y Ecuador, donde ha intentado debilitar y erosionar a gobiernos progresistas.
Bolivia también se encuentra bajo la mira de Estados Unidos y está resistiendo los ataques de las agencias de seguridad, del Departamento de Estado norteamericano, las operaciones encubiertas, las maniobras de descrédito, de desprestigio, apoyadas por medios de comunicación que cohabitan con la derecha proimperial, aseveró.
Además, señaló que el país andino constituye hoy un obstáculo para los intereses del vecino del norte por su posición antimperialista y su actitud contestataria ante acuerdos de liberalización extrema del comercio.
Lo que se pretende es allanar la resistencia política boliviana para que esos convenios puedan funcionar de manera eficiente. Bolivia es hoy una pieza fundamental en el tablero geopolítico y, por tanto, el ataque de Estados Unidos es mayor, afirmó.
No es casual-dijo- lo ocurrido en los últimos meses. Las agresiones sistemáticas contra el gobierno tienen que ver con el objetivo norteamericano de eliminar la posibilidad de que el presidente Evo sea candidato en 2019.
«Lo que quiere Estados Unidos- señaló Quintana- es acabar con el liderazgo de Morales porque sabe que su estatura política crece todos los días. Evo tiene más prestigio internacional, mayor legitimidad en el pueblo boliviano».
«Cada semana o año que transcurre se reafirma el éxito de este proceso de transformación en el campo de la industria, el comercio, la cultura, la descolonización y la redistribución de la riqueza. Cada día que pasa es una batalla perdida para la oposición», sentenció.
La Paz, 20 de febrero 2016
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