La semana pasada, el Mineduc dio a conocer la cantidad de estudiantes beneficiarios de la Gratuidad 2016, información que no dejó indiferentes a los actores de la educación: la cifra representa la mitad de lo anunciado el 21 de mayo pasado por la Presidenta de la República, Michelle Bachelet.
El experto en educación de la Universidad de Santiago y director de la Cátedra UNESCO en Inclusión en Educación Universitaria, Francisco Javier Gil, este “fracaso” habría ocurrido principalmente por la sobrevaloración de la Prueba de Selección Universitaria que afecta principalmente a los estudiantes más pobres (de los 5 primeros quintiles), quienes no estudian en las universidades adscritas al sistema único de admisión (SUA) que administra el Consejo de Rectores, porque exigen un puntaje mínimo en la PSU (promedio Lenguaje y Matemáticas) de 475 puntos.
“Los 125.392 beneficiados por la gratuidad podrán continuar o iniciar sus estudios universitarios con la responsabilidad de saber que entre todos los chilenos hemos financiado el desarrollo de sus talentos académicos. Eso está muy bien. Sin embargo, la opinión pública ha conocido que pudimos beneficiar al doble de estudiantes”, añadió el académico.
De acuerdo a las cifras oficiales, este año hubo, por ejemplo, 46.293 postulantes que no sacaron 475 puntos en la PSU, pero sí lograron 500 o más puntos en el Ranking de Notas. De ellos, 1.369 egresaron de establecimientos particulares pagados, 21.090 de subvencionados y, 23.600 de municipales. Se desconoce la dependencia de los establecimientos de los 234 estudiantes que faltan para sumar 46.293.
Para el especialista, la buena noticia es que superar este “fracaso” es fácil, pero requiere que las autoridades responsables “inviertan unas pocas horas en evaluar con mayor rigor sus decisiones y actuar en consecuencia”, concluyó.
Santiago de Chile, 3 de mayo 2016
Crónica Digital / usach.cl