La personalidad impredecible del precandidato republicano estadounidense Donald Trump impacta hoy su campaña electoral, a pesar de alcanzar los delegados necesarios para asegurar su nominación por el Grand Old Party (GOP).
Así lo expresa un artículo del diario The New York Times, escrito por los periodistas Ashley Parker y Maggie Haberman, quienes analizan los tropiezos más evidentes del multimillonario en las recientes semanas, a pesar de sus evidentes avances en las primarias.
La inestabilidad de los directivos de su equipo de trabajo, imprecisiones en las prioridades de financiamiento con la consiguiente confusión de sus donantes y lo que el Times califica de «un sentido de paranoia», caracterizan el trabajo de los seguidores más cercanos del magnate inmobiliario.
Trump logró el jueves el llamado número mágico de delegados que necesita -ahora posee mil 238, uno más de los imprescindibles- para convertirse en el aspirante que enfrentaría a quien resulte nominado por el Partido Demócrata para la puja por la jefatura de la Casa Blanca.
Este resultado resulta significativo porque se trata de un político recién llegado, aunque los límites de su estilo de gestión resultan evidentes, según dijeron al Times en entrevistas exclusivas y anónimas casi una docena de republicanos dentro y fuera del operativo electoral del partido rojo.
Dos meses después de las promesas de sus directivos de campaña de que Trump se convertiría en un político «más presidencial» y de que habría una etapa más unificadora en su estrategia, el aspirante republicano dejó claro que él se considera a sí mismo como su principal asesor.
El rotativo neoyorquino argumenta al respecto que esta semana Trump despidió a su director político nacional, Rick Wiley, después que este protagonizara fuertes enfrentamientos con integrantes del equipo en tres estados. Además, las filtraciones diarias de información dentro del personal que lo acompaña provoca serias preocupaciones entre el liderazgo republicano.
Trump necesita entender muy bien que sus palabras y acciones tienen un impacto en los más de seis mil candidatos del GOP que aspiran a cargos en los próximos comicios, desde posiciones en el Gobierno federal hasta los tribunales, dijo al Times Scott W. Reed, estratega político de la Cámara de Comercio de Estados Unidos.
Las elecciones generales en Estados Unidos tendrán lugar el 8 de noviembre próximo y en ellas estarán en juego un tercio del Senado, la totalidad de la Cámara baja, así como numerosos cargos electivos en legislaturas y gobiernos estaduales y locales.
Washington, 28 mayo 2016
Crónica Digital / PL
