La retirada del teléfono móvil Galaxy Note 7 apremia hoy con fuerza las finanzas del gigante tecnológico surcoreano Samsung y la propia economía de esa nación asiática.
Considerado uno de los tigres de la región, Surcorea ahora está frente a un serio problema para sus cifras anuales, debido a la empresa tecnológica y su problema con uno de sus móviles más destacados.
Esa declaración oficial ocurrió apenas un día después del anuncio de dejar de producir el teléfono citado por los repetidos casos de combustión del dispositivo.
Tanto los aparatos iníciales como los de reposición resultaron fallidos, y Samsung ahora debe retornar a cada cliente el importe de 882 dólares, cuando le devuelvan los más de dos millones de terminales vendidos.
Ello obliga a la compañía a recortar su pronóstico de facturación para julio-septiembre, cuando comenzó a vender el Galaxy Note 7, el 19 de agosto pasado. Tal pronóstico lo reduciría hasta dejarlo en unos 47 billones de wones (41 mil 852 millones de dólares).
La cifra implica 4,09 por ciento menos comparado con el pronóstico que publicó al inicio del problema, cuando el proceso de revisión y sustitución de teléfonos aún parecía ir por buen camino.
En esa oportunidad anotaron 8,94 por ciento menos con respecto a lo que se embolsó en el tercer trimestre de 2015. Lógicamente esa compañía tuvo que modificar los datos relativos al beneficio operativo que espera para julio-septiembre.
De esa suerte, la cifra queda por el momento en unos 5,2 billones de wones (cuatro mil 628 millones de dólares), lo que supondría 29,63 por ciento menos comparado con el tercer trimestre de 2015.
También la comparación abarca 33,3 por ciento menos en relación con el dato preliminar que había presentado la firma tecnológica.
Samsung Electronics anunció que dejará de fabricar el teléfono móvil Galaxy Note 7 debido a explosiones de sus baterías, lo que acarreará pérdidas en ventas por 15 mil 300 millones de dólares.
Pero el caso no quedó ahí, pues el banco central de Surcorea reportó un reajuste a la baja de su pronóstico de crecimiento económico para el próximo año, tras examinar el impacto potencial generado por la crisis del Galaxy.
El Banco de Corea reajustó a la baja su pronóstico de crecimiento económico para 2017 del 2.9 por ciento pronosticado hace tres meses a 2.8 por ciento.
Dicho vaticinio es menor que la previsión gubernamental de que la economía local podría llegar al rango del tres por ciento en 2017.
Seúl, 22 de octubre 2016
Crónica Digital / PL