Con eso se pretende evitar una corrupción como la detectada durante el mandato de su antecesor, el exatleta senegalés Lamine Diack, con quien Coe trabajó durante ocho años como vicepresidente.
Estas reformas son una respuesta a las graves dificultades a las que nos hemos enfrentado este año. Es el momento de ser visionarios, atrevidos y decididos, afirma Coe en el informe.
Otro gran problema que afronta su mandato es el del dopaje, con focos rojos en Rusia, Kenia y Etiopía.
La semana pasada la televisión alemana ARD y el diario francés Le Monde presentaron nuevas acusaciones de corrupción durante el mandato de Diack, incluidos presuntos sobornos de Qatar para organizar el Mundial del 2017.
Como consecuencia de estos escándalos, la propia financiación de la IAAF corre peligro, a su juicio, si no se adoptan medidas.
Nuestros socios y fuentes de ingresos se ven directamente amenazadas si no actuamos rápidamente. Debemos aceptar que la reputación del atletismo se ha visto manchada y todavía queda mucho trabajo por hacer para restaurar nuestra credibilidad y la confianza perdida, indica.
Este sábado, se espera que las 207 Federaciones que forman la IAAF, con un máximo de tres delegados cada una, examinarán y votarán el programa elaborado por un grupo de trabajo creado al efecto.
Para sacar adelante su proyecto, Coe necesita el apoyo de dos tercios de los congresistas, aunque confía en recibir el respaldo del 80 por ciento para acometer los cambios en los tres próximos años.
Montecarlo, 2 de diciembre 2016
Crónica Digital / PL