La selección masculina de fútbol de Chile venció hoy un gol por cero a su similar de Islandia y se proclamó campeona de la China Cup.
El único gol del partido lo anotó de cabeza a los 18 minutos el delantero Ángelo Sagal, uno de los debutantes en el cuadro bicampeón de América que dirige el técnico hispano-argentino Juan Antonio Pizzi.
En el estadio Guangxi Sports Center de China de la ciudad de Nanning, los suramericanos añadieron un trofeo más a su colección, en una lid donde China consiguió el tercer lugar al vencer por penales a Croacia.
La «Roja» participó en este certamen con un plantel sin sus figuras estelares, a quienes de seguro recuperará cuando se reanuden las eliminatorias rumbo al Mundial de Rusia-2018, ante Argentina el 23 de marzo y Venezuela el 27.
El certamen fue organizado ente estos cuatro equipos, aunque por la época del año fue muy difícil reunir a las estrellas de cada plantel. mem/lp
Beijing, 15 enero 2017
Crónica Digital / PL
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Dom Ene 15 , 2017
Pese a su mediática y exitosa proclamación como precandidato presidencial, y a ser el líder del oficialismo en las encuestas, el senador independiente aún está lejos de consolidarse. En un país con un nivel de abstención superior al 60 por ciento, las primarias de la Nueva Mayoría no se definirán por los sondeos, sino por la disciplina de los militantes. La proclamación el sábado pasado del senador Alejandro Guillier como el primer candidato presidencial de la oficialista Nueva Mayoría tuvo el aura de un documental. Hacía tiempo que no se veía a unas dos mil personas aclamando a un político. Fue como volver a fines de los años 80 o inicios de los 90, o ver un reportaje sobre las elecciones en Estados Unidos. Y no importa mucho si esas ciento de personas fueron acarreadas –como suele suceder en Estados Unidos- o asistieron de manera voluntaria. Lo cierto es que, impulsado por sus resultados ascendentes en las encuestas, el ex rostro televisivo del periodismo nacional y senador independiente por Antofagasta se ha convertido en el principal candidato del bloque oficialista. Curiosamente, sus principales detractores son miembros de la propia alianza. Los voceros extraoficiales de la antigua Concertación y palos blanco de Ricardo Lagos, como Ernesto Ottone, Carlos Peña y Mariana Aylwin (todos ellos con tribuna libre en medios como El Mercurio), son sus más acérrimos críticos. Y ello es entendible. Después de todo, Guillier no pertenece a la “orgánica” histórica concertacionista, sino que es un jugador externo que se viene a imponer sobre los liderazgos tradicionales de ese conglomerado. Incluso Michelle Bachelet, que fue ministra en el gobierno de Lagos, era una figura más interna que Guillier. La paradoja es que, actualmente, el senador parece ser el único capaz de salvar a la Nueva Mayoría de una debacle electoral, prometiendo cierta continuidad con las reformas iniciadas por Bachelet. “Guillier es el plebeyo que vino a desordenar el orden patricio”, afirma uno de sus colaboradores. Ello parece adquirir una cierta coherencia cuando se toma en cuenta una de sus frases en la proclamación en la cúpula del Parque O’Higgins: “Escuchar a la gente no es populismo, es democracia”. Sin embargo, Guillier y sus aliados radicales se equivocan si creen que el laguismo y la vieja guardia de la Concertación ya está derrotada. Una cosa es liderar las encuestas, otra muy distinta es ganar las primarias internas de julio de este año. La alta adhesión del periodista no se va a traducir necesariamente en votos en las urnas, a las cuales acudirán los sectores partidistas más duros, pero muy pocos independientes como el propio Guillier. El temor a lo que hará el laguismo para frenar el ascenso de Guillier no se le escapa al entorno del senador. Como dice uno de sus asesores: “Ricardo Lagos habla como François Mitterrand, pero actúa como Jimmy Hoffa”. Contar con el apoyo del Partido Radical –que desde 1946 no ha tenido un candidato presidencial competitivo- es sólo un asunto testimonial. La clave del éxito futuro de […]