Los técnicos, expuso la compañía, estudian la información recopilada para definir la ruta definitiva y el tipo de recubrimiento del cable para evitar su ruptura, entre otros detalles.
El cable saldrá de Luanda para Fortaleza, en Brasil, y de ahí se conectará a su homólogo Monet, que los unirá a Miami, Estados Unidos, para unir África con las Américas por primera vez en aras de la transmisión de datos en grandes volúmenes y a altas velocidades.
Ambos sistemas son desarrollados por Angola Cables con un presupuesto de 300 millones de dólares.
El presidente del Consejo Ejecutivo de la compañía, António Nunes, aseguró recientemente que el SACS entrará en funcionamiento en 2018.
Para el directivo, la operatividad del cable de fibra óptica brindará mayor seguridad a la conexión internacional de internet del país.
Todos los sectores económicos se beneficiarán de esa conectividad, argumentó, aunque no aventuró cifras de crecimiento asociadas a la mejora en las telecomunicaciones.
Lunada, 16 de febrero 2017
Crónica Digital /PL