La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), de Estados Unidos, informó hoy que un pequeño asteroide de menos de tres metros pasó muy cerca de la Tierra, a una distancia de tan solo 14 mil 500 kilómetros.
El cuerpo celeste, nombrado 2017 EA, que llegó a su perigeo el pasado jueves, en su punto más próximo estaba 20 veces más cerca de nuestro planeta que la Luna, señala la agencia.
Según la NASA, el paso del asteroide fue tan ligero que se esfumó sin que los telescopios terrestres pudieran observarlo.
2017 EA fue detectado por el programa de investigación de la NASA, Catalina Sky Survey, que se dedica a la búsqueda de objetos próximos a nuestro planeta.
Los expertos vaticinaron que no volverá a acercarse a nuestro planeta a tan corta distancia durante al menos un siglo.
Washington, 7 marzo 2017
Crónica Digital /PL
Mar Mar 7 , 2017
Científicos del Centro Internacional de Investigación en Radioastronomía (Icrar) revelaron en un estudio publicado hoy que los cúmulos estelares pueden contener estrellas de diversas edades. Para llegar a esa conclusión, estudiaron varias agrupaciones de esos cuerpos celestes ubicadas en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia vecina a la Vía Láctea, señala el trabajo divulgado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. Como parte del examen, al comparar las ubicaciones de varios miles de estrellas jóvenes con las localizadas en los cúmulos estelares, encontraron 15 candidatas que eran mucho más jóvenes que otras dentro del mismo grupo. La formación de estas estrellas más jóvenes podría haber sido alimentada por el gas que entra en los grupos del espacio interestelar, dijo el coautor Kenji Bekki, del Icrar. Sin embargo, eliminamos esta posibilidad usando observaciones realizadas por radiotelescopios, para demostrar que no había correlación entre el gas hidrógeno interestelar y la ubicación de los conglomerados que estábamos estudiando, expresó. Creemos que las más jóvenes han sido creadas a partir de la materia expulsada de las estrellas más viejas a medida que mueren, lo que significaría que hemos descubierto varias generaciones pertenecientes al mismo grupo, subrayó. Al decir de Bekki, las estrellas eran demasiado débiles para ver el uso de telescopios ópticos debido al polvo que las rodea. Por eso, han sido observadas usando longitudes de onda infrarrojas en órbita alrededor de los telescopios espaciales Spitzer y Herschel, operados por la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos y la Agencia Espacial Europea, dijo. Un envoltorio de gas y polvo rodea a estas jóvenes estrellas, pero a medida que se vuelven más masivas y esa cubierta se desvanece, se harán visibles a longitudes de onda ópticas para poderosos instrumentos como el Telescopio Espacial Hubble, reconoció. En tal sentido, si apuntamos a Hubble hacia los grupos que hemos estudiado, deberíamos ser capaces de ver estrellas jóvenes y viejas y confirmar de una vez por todas que los cúmulos estelares pueden contener varias generaciones, afirmó. Nuestros hallazgos sugieren que aunque nuestros modelos señalan que los cúmulos estelares contienen estrellas de edad similar y composición, entonces esos patrones importantes tendrán que ser revisados, indicó el autor principal, Bi-Qing For, también del Icrar. Londres, 7 marzo 2017 Crónica Digital /PL
