Ruptura de negociaciones junto con comentarios críticos de una y otra parte, acompañaron hoy al fin de la huelga de 43 días de los trabajadores de la minera chilena, mayor productora de cobre del mundo.
El cese del paro llegó con un resquicio legal al que se acogieron los dos mil 500 trabajadores de la minera Escondida, en la norteña región de Antofagasta, que supuso una salida al conflicto, pero no necesariamente un final feliz.
Los permanentes cruces de sables entre la patronal y los trabajadores inclinaron al sindicato a optar por extender su contrato vigente luego de fracasar las negociaciones con la empresa anglo-australiana BHP Billiton.
Luego de los últimos intentos de arreglo entre la patronal y el gremio, el fracaso tocó a las puertas, pero los huelguistas tomaron otro rumbo. La mina sufrió pérdidas calculadas en más de 700 millones de dólares.
Los mineros mantendrán los beneficios que tenían, pero no recibirán un bono por término de conflicto de unos siete mil 600 dólares que había ofrecido la compañía ni un ajuste salarial equivalente a la inflación, inferior a 4 por ciento.
La administración del yacimiento, controlado por la firma BHP Billiton, informó hoy que dio por finalizadas las conversaciones con el sindicato ante la imposibilidad de llegar a un arreglo.
Patricio Tapia, presidente del sindicato minero, aseveró que la patronal insistió en su postura de introducir diferencias salariales y beneficios para los trabajadores nuevos a fin de abaratar el costo de la mano de obra futura.
Los mineros no estaban satisfechos con el final del conflicto y criticaron duramente a la administración de la mina.
Tapia señaló, al leer un comunicado, que la empresa «se rehusó a restablecer en los mismos términos actuales beneficios relevantes como salud, indemnización por años de servicios y bonos fijos y variables».
El directorio sindical recalcó que no había posibilidad de llegar a un acuerdo porque «nunca estará disponible a renunciar a conquistas históricas», aún sin obtener los bonos prometidos.
Según la nueva legislación laboral, el convenio extendido hasta junio de 2018 establece que las negociaciones comprenderán a trabajadores nuevos y antiguos, con el piso del contrato vigente en ese momento.
El presidente en Chile de la empresa, Marcelo Castillo, reconoció que la compañía deberá revisar la planificación, estructura productiva, modelo operativo y estrategia de negocios.
Santiago de Chile, 24 de marzo 2017
Crónica Digital /PL