En medio del caos, franceses, extranjeros y transeúntes se refugiaron y quedaron confinados por varias horas en los lujosos restaurantes y tiendas que inundan la avenida, mientras afuera los agentes llevaban a cabo las labores necesarias para descartar nuevas amenazas y esclarecer las circunstancias del hecho.
Pero este viernes el sol salió y los Campos Elíseos recuperaron su ambiente normal caracterizado por el gentío y la animación, mientras los turistas se toman selfies o vuelven a enfocar en sus cámaras el Arco de Triunfo, ubicado en el extremo oeste de la avenida, y la noria inmensa de la Plaza de la Concordia, ubicada hacia la punta este.
Tal como constató Prensa Latina, esta mañana casi no quedan signos visibles del hecho ocurrido hace unas horas, solo la huella de las balas en algunos cristales tras un tiroteo que, según testigos, fue breve, pero intenso.
Las tiendas, cafeterías y restaurantes están abriendo como de costumbre, las estaciones de metro retomaron su funcionamiento y los automóviles regresaron a los ocho carriles de la avenida.
No obstante, resulta llamativa la presencia reforzada de policías y gendarmes en las aceras, así como de numerosos periodistas y camarógrafos desplegados por todos lados.
Evidentemente, sería difícil soslayar el impacto de un hecho de tal magnitud ocurrido en uno de los principales centros turísticos de la capital de Francia, a solo tres días de las elecciones presidenciales.
No obstante, los visitantes foráneos no parecen dispuestos a renunciar a sus planes parisinos, como Carolina, una joven española que vino de paseo con sus amigas y aseguró que no piensa dejar de disfrutar su estancia.
‘Lamentablemente en muchos lugares de Europa se vive la amenaza terrorista, es cierto, ha habido ataques, pero no por eso vamos a dejar de hacer nuestra vida normalmente’, comentó.
Los franceses, que vivieron un 2015 y 2016 marcados por atentados terroristas, afrontan la idea de una nueva agresión con una mezcla de impacto, resignación, e incluso algunos afirman que un hecho de ese tipo era esperable, teniendo en cuenta la cercanía de las elecciones.
Precisamente hacia las votaciones se abre ahora un signo de interrogación: muchos se preguntan qué efecto podría tener (o no) el ataque en la población.
¿Aumentará la abstención a causa del miedo? ¿Habrá una mayor movilización ciudadana? ¿Qué candidato podría salir beneficiado? Son algunas de las preguntas que flotan en el ambiente y cuya respuesta deberá esperar al domingo.
Por Luisa María González
París, 21 de abril 2017
Crónica Digital /PL