Draghi explicó que los entes bancarios que tienen su sede oficial en la City londinense pueden elegir y establecer intermediarios o filiales en la zona euro y en esos casos, no estarían sujetos a la supervisión europea.
Uno de los temas más notables de la separación de Reino Unido de la UE es la definición de las condiciones para los bancos radicados en Londres, pues tras el divorcio perderán las facilidades de operar en el conjunto del bloque.
Ese panorama impulsó a varios países a optar por convertirse en el nuevo centro financiero de la comunidad europea.
Otro de los temas abordados por Draghi ante el parlamento fue el retroceso de los riesgos para el crecimiento económico de la zona euro y anunció que la entidad reevaluará las perspectivas de avance e inflación del bloque durante su reunión del 8 de junio.
No obstante, explicó que persisten las presiones a la inflación subyacente apoyada por un bajo crecimiento salarial, ante lo cual destacó la necesidad de la expansión monetaria.
Berlín, 29 de mayo 2017
Crónica Digital /PL