Un helicóptero no identificado de color negro tiroteo y lanzó dos granadas hoy en horas de la tarde contra la sede del Ministerio de Relaciones Interiores, Paz y Justicia en la parroquia de la Candelaria, en esta capital.
La acción ocurrió cerca de las 18:00, hora local, y fue denunciada por el presidente, Nicolás Maduro, mientras premiaba a varios comunicadores en el Palacio de Miraflores en horas de la noche.
La nave, que fue secuestrada, presuntamente era piloteada por un sujeto que trabajó en esas funciones con el ex ministro del Interior Miguel Rodríguez Torres, quien admitió hace pocas horas que trabajaba para la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Maduro condenó la violencia promovida desde hace dos meses por sectores extremistas de oposición y enfatizó que los organismos de seguridad del Estado contrarrestan estas acciones que van en contra de la soberanía del pueblo.
En estos momentos una de las vías de la avenida Urdaneta que pasa por el ministerio del Interior se encuentra cerrada al transito y, según Maduro, prosiguen las investigaciones.
Prensa Latina escuchó dos fuertes explosiones en la cercanía del edificio del Interior y disparos desde el helicóptero, que dio dos pases sobre la edificación castrense, en un hecho calificado por maduro como un acto de «desesperación y violencia».
El mandatario dijo que si los sectores violentos quieren que se tomen medidas de excepción, se hará lo necesario y que en estos momentos fuerzas especiales se encuentran desplegadas hasta que se logre la captura de este grupo de golpistas.
Caracas, 27 de junio 2017
Crónica Digital /Pl
El helicóptero estuvo identificado desde el primer momento que lo robaron de su base. El piloto no era ningún presunto. Era Oscar Perez, quién pilotaba la aero nave del ex ministro del Interior y Justicia Miguel Rodriguez Torres. Se investiga quienes eran los acompañantes que dispararon contra el Ministerio y que luego lanzaron las 4 granadas al Tribunal Supremo de Justicia.
Como ya es costumbre, los medios de comunicación, con todo su poder mediático y las redes que manejan los terroristas y fascistas prontamente tergiversan los hechos para restarle importancia al grave acontecimiento que felizmente no trajo víctimas. Incluso, intentan levantar «falsos positivos» o una serie de hipótesis que sirven para estigmatizar y culpabilizar al «dictador».
En realidad todo apunta a un hecho más dentro de la ofensiva violenta en procura de desestabilizar y derrocar al gobierno constitucional de la República Bolivariana de Venezuela. Es el Golpe de «mecha lenta» que está en pleno desarrollo bajo la impunidad que otorga el apoyo del Departamento de Estado, el Pentágono con los países serviles y arrastrados que capitanea Almagro en el continente.