Greenpeace-Chile declaró en un comunicado que si bien no están claras las causas exactas, ‘con este desprendimiento la Antártida quedará en una situación de mayor vulnerabilidad’.
En este proceso no se puede descartar los efectos globales del cambio climático. Lo que sucede en el continente blanco es visto como una alerta previa o ‘termómetro’, respecto del impacto que está generando en el planeta el aumento de la temperatura, anotó.
Matías Asun, director nacional de Greenpeace, señaló que las consecuencias de este enorme desprendimiento es que dejará a la Antártida en una situación de mayor vulnerabilidad respecto de futuras rupturas.
‘Y esto se debe a que los vientos en esta zona de la Antártida son más calientes. De hecho, durante los últimos 50 años la temperatura en esta región aumentó tres grados’, advirtió.
Lo que comenzó como una grieta en la zona Larsen C del norte de la Antártida, se transformó en un quiebre profundo y extenso que terminó en uno de uno de los desprendimientos más gigantescos de los que se tengan registros detalló la organización.
De acuerdo con científicos, este iceberg es uno de los 10 más grandes que se han registrado. Para tener una idea de su magnitud, la superficie equivale a una tercera parte de la Región Metropolitana de Santiago 15,403 kilómetros cuadrados).
‘Lo que está sucediendo en la Antártida es una nueva voz de alerta para profundizar y cumplir los términos del Acuerdo de París contra el Cambio Climático’, consideró Asun.
Ya no hay tiempo que perder y por eso es que los gobiernos deben actuar de manera urgente para frenar los efectos globales del cambio climático. El mundo debe apurar el paso hacia el uso de energías renovables y desechar los combustibles fósiles, argumentó.
Santiago de Chile, 12 de julio 2017
Crónica Digital /PL