El periódico de centroderecha añade que la idea del gobierno de May es implementar un nuevo régimen de inmigración entre Reino Unido y la UE luego de finalizado ese período de transición, el cual comenzaría en 2019, año en que debe concretarse formalmente el conocido Brexit.
El plan se produce como una contramedida a la intención expresa de Bruselas de restringir el libre movimiento de más de un millón de británicos residentes en el continente.
De acuerdo con la proposición europea, esas personas tendrían derecho a seguir viviendo en la nación en la cual se encuentran actualmente, pero perderían la posibilidad de residir y trabajar en otro Estado miembro de la UE.
Este es uno de los temas con más discrepancias en lo que va de conversaciones entre ambas partes.
Este jueves, al término de la segunda ronda de diálogos, el jefe negociador de la UE, Michael Barnier, ratificó su propuesta de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea garantice los derechos de los ciudadanos europeos en el Reino Unido y de los británicos residentes en el continente.
Por su parte, el ministro del Brexit del gobierno de May, David Davis reconoció que ‘estamos de acuerdo en la necesidad de dar certidumbre a los ciudadanos, pero obviamente tenemos diferentes visiones sobre cómo conseguirlo’.
Londres, 21 de julio 2017
Crónica Digital /PL