‘Esa opción será una alternativa eficaz y aceptable para quienes alcanzaron una carga viral indetectable pero tienen dificultades para seguir un tratamiento oral diario para controlar el virus’, indicaron los autores.
La investigación consistió en inyectar dos moléculas de antirretrovirales cada cuatro u ocho semanas durante casi dos años a 230 pacientes seropositivos con baja presencia del agente maligno.
Al cabo de este periodo, el 87 por ciento de los sujetos que recibieron los medicamentos cada cuatro semanas continuaba con una carga viral indetectable.
La tasa de éxito subió al 94 por ciento en el grupo que recibió la inyección cada ocho semanas.
En los 56 pacientes que continuaron tomando una pastilla al día, el 84 por ciento logró mantener la carga viral en proporciones ínfimas.
Las moléculas inyectadas son Cabotegravir y Rilpivirina, las cuales pertenecen a dos importantes empresas farmacéuticas especializadas en el tratamiento al VIH/SIDA.
Según uno de los autores del estudio, David Margolis, los dos laboratorios alcanzaron una alianza para crear con estas dos moléculas combinadas el primer tratamiento inyectable de acción prolongada contra el virus.
‘La observación del tratamiento sigue siendo un gran desafío en la lucha contra el VIH, pues un mal seguimiento puede provocar fracasos terapéuticos y favorece la aparición de resistencias a los medicamentos’, explicó el experto.
Londres, 24 de julio 2017
Crónica Digital /PL