La investigación atestiguó que inyectar células madre de ratones recién nacidos en el cerebro de ratones de mediana edad propició la ralentización de su envejecimiento.
‘El hipotálamo está involucrado en muchas funciones corporales, incluyendo la inflamación y el apetito, pero sus células madre van desapareciendo a medida que los roedores crecen’, explicó el neuroendocrinólogo estadounidense Dongsheng Cai, director del experimento.
Su equipo inyectó a los animales virus que destruyeron las células hipotálamicas y observaron que parecían envejecer más rápido, experimentando disminuciones de la memoria, fuerza muscular, resistencia y coordinación, además murieron prematuramente.
Luego, extrajeron dicho tipo de células de ratones recién nacidos y las inyectaron al cerebro de otros roedores de mediana edad.
Los científicos descubrieron que esas células madre liberan moléculas llamadas microRNA, las cuales ayudan a regular la expresión génica en el líquido cefalorraquídeo y al insertarlas en los roedores, ayudaron a realentizar su deterioro cognitivo y la degeneración muscular.
Tras cuatro meses, los especialistas confirmaron que estos tenían una mejor función cognitiva y muscular que los no tratados y vivieron aproximadamente un 10 por ciento más.
Para los investigadores, este hallazgo resulta muy interesante ya que podría conducir a desarrollar varias formas de terapias antienvejecimiento en las personas.
‘Las células madre podrían mejorar la capacidad del hipotálamo para actuar como un regulador del organismo’, estimaron.
Londres, 27 julio 2017
Crónica Digital /PL