A partir de mañana, los sindicatos y otras organizaciones sociales comenzarán a conocer detalles de las trasformaciones previstas, que el gobierno pretende aprobar por ordenanzas y sin someterlas al escrutinio de la Asamblea Nacional.
En consecuencia, la oposición a la iniciativa oficial ya comienza a organizarse con una primera manifestación convocada para el 12 de septiembre, mientras el 23 del mismo mes están previstas otras acciones.
Los sindicatos, que ya sostuvieron algunas reuniones con las autoridades para dialogar sobre algunos aspectos de la reforma, afirman que la nueva ley del trabajo solo servirá para fragilizar sus derechos y dejarlos más vulnerables frente a los patrones.
Entre los temas más polémicos sobresalen las modificaciones a los términos del diálogo social a lo interno de las empresas, los cambios a los contratos de duración determinada, y la extensión de contratos temporales por obra -actualmente limitados a la construcción- a otros sectores.
Figuras de la oposición como el líder izquierdista Jean-Luc Melenchon están llamando a los ciudadanos a movilizarse en contra de la reforma, por lo que se augura un clima tenso en el país para los próximos meses.
Crónica Digital /PL