Medios de prensa locales recuerdan que el Pentágono atacó a Afganistán en 2001 con el supuesto propósito de apresar al saudita Osama Bin Laden, el jefe de la red Al Qaeda, pero finalmente impuso un Gobierno en ese país.
Tampoco escapa de la visión de las prensa local los casos de Iraq, en marzo de 2003, atacado por Estados Unidos y el Reino Unido, sin mandato de la ONU, y Libia, en 2011, cuando las acciones de Washington llevaron al asesinato de Mohamar Ghadafi.
El documento, elaborado con el nombre de ‘Guerra rusa de nueva generación’ y citado por la publicación estadounidense The National Interest, se refiere a la contienda híbrida que presuntamente pone en funcionamiento Moscú.
Pero el Kremlin reiteró en varias ocasiones que el golpe de estado en febrero de 2014 en Ucrania es una demostración de cómo se cumplen al pie de la letra las instrucciones de la inteligencia estadounidense para cambiar gobiernos.
La publicación también enumera las debilidades de las fuerzas armadas rusas como la supuesta falta de motivación de los reclutas del servicio obligatorio, aunque el número de estos últimos es cada vez menor en las tropas de Rusia.
El manual de instrucción también habla de una ineficiente logística rusa, mientras se refiere a una potente pero poco precisa aviación y apoyo artillero.
A principios de este año la aviación estratégica rusa, escoltada por cazas Su-35, realizó varias misiones para destruir con misiles guiados a puestos de mando, almacenes y campamentos de entrenamiento de grupos terroristas en Siria.
The National Interest reconoce que el SU-35 supera en capacidad de maniobra a los estadounidenses F-22 Raptor y F-35 Lightning II, mientras sus motores de vector variable les da una clara superioridad en el combate a corta distancia.
El Pentágono admite la capacidad y fuerza de los sistemas antiaéreos rusos (S-400, Panzir) y los centros de lucha radioelectrónica, pero considera que su número es insuficiente.
Moscú completó los circuitos de defensa estratégica con los modernos sistemas S-400 y ya desplegó varias baterías en Siria, mientras planea instalar a partir de 2018 los nuevos complejos S-500 en zonas protegidas de esta capital y San Petersburgo.
Moscú, 24 septiembre 2017
Crónica Digital /PL
