Un mediodía inusualmente cálido marcó la notable convocatoria para inaugurar la Plaza de los Libros, con una placa que recuerda el oprobio cometido en Chile por la dictadura contra textos insignes.
Hace 44 años, justo un 23 de septiembre, la junta militar de Augusto Pinochet, detentando el poder tras el golpe de estado contra el presidente Salvador Allende, realizó una quema masiva de libros, revistas y periódicos.
Nada menos que obras de los dos chilenos Premios Nobel de Literatura, Gabriela Mistral y Pablo Neruda, de ejemplares de El Siglo y Punto Final, y hasta la increíble incineración de cuadernos sobre cubismo.
Puede parecer irónico, pero para la dictadura el cubismo tenía que ver con Cuba y por eso quemó esos libros, comentó el poeta David Hevia, quien habló en nombre de la Sociedad de Escritores de Chile.
Rodolfo Reyes Muñoz, sobrino de Pablo Neruda, declaró a Prensa Latina que recordar la eliminación de escritos de importantes figuras de la literatura tiene un significado especial.
Incluso algunos hemos conocido hoy de la barbarie de la dictadura con testimonios de vecinos, que al mismo tiempo demuestran la ignorancia de los militares que gobernaron en aquel entonces, apuntó Reyes Muñoz.
Jorge Calvo, vecino de la céntrica zona en la calle Diagonal Paraguay de esta capital, relató la anécdota de que estando detenido en el Estadio Nacional en 1973, los militares ofrecieron a los reclusos libros como papel sanitario.
«Había obras maravillosas de clásicos franceses, españoles, de la literatura universal, libros de gran valor estético en miles de ejemplares, y todo eso terminó en los alcantarillados por la brutalidad de los militares», rememoró.
De Neruda fueron incineradas poesías de amor, simplemente porque era militante del Partido Comunista, y de Mistral varios libros en razón de su defensa al autor de Canto General cuando era perseguido político y de la Revolución Sandinista.
La diputada Maya Fernández, sobrina de Salvador Allende, resaltó en el acto la importancia de mantener vivos estos terribles pasajes de la historia de Chile para impedir que vuelvan a repetirse.
Por Fausto Triana
Santiago de Chile, 24 de septiembre 2017
Crónica Digital /PL
… yo vivía en la Torre 11 cuando ocurrió esa barbarie ….