Aunque la cifra de participantes en las demostraciones es inferior a la de acciones precedentes, el líder de la CGT, Philippe Martinez, sostuvo que ‘esta es una jornada más, no es la última’.
De acuerdo con declaraciones emitidas desde Marsella, ‘el descontento está ahí, solo hay que gestionarlo, lograr una convergencia de ese descontento para que la movilización continúe amplificándose’.
El líder sindical expresó la decisión de ‘ir hasta el final en este combate’ para lograr que el gobierno retroceda en su intención de implementar el nuevo Código de Trabajo, y anunció que la próxima semana se convocarán nuevas acciones.
Según las denuncias de los sindicatos y otras organizaciones sociales, la reforma laboral ofrecerá a los patrones mayor facilidad para despedir, bajar los salarios, degradar las condiciones de trabajo e impedir que los asalariados se defiendan, lo que significa un retroceso inédito en materia de derechos.
Aunque el presidente Emmanuel Macron ya firmó los decretos para la aplicación de los cambios, los detractores subrayan que todavía hay espacio para el combate porque para tener carácter de ley, la reforma necesitará el visto bueno del Parlamento.
‘A finales de noviembre, el Parlamento deberá ratificar las ordenanzas sobre el derecho del trabajo. Debemos exigir que los diputados rechacen esta ratificación’, estimó Martínez.
París, 19 octubre 2017
Crónica Digital /PL
