Karla Toro, estudiante de Derecho, es parte de Izquierda Autónoma y una de las cartas competitivas para encabezar la organización estudiantil. A su juicio, es fundamental fortalecer la educación pública y que las universidades estatales acojan a los alumnos de planteles en crisis.
El 13 y 14 de noviembre, los estudiantes de la Universidad de Chile elegirán a su nueva directiva FECh, de entre un conjunto de siete listas y 37 candidatos que buscarán presidir la organización en medio del cambio de gobierno. Y de entre ellos, Karla Toro, estudiante de Derecho e integrante de Izquierda Autónoma, es una de las que tendría mayores ventajas.
Antes de ingresar a la universidad, estudió Técnico en Administración de Empresas, y en su actual carrera fue parte del centro de estudiantes y consejera FECh. También participó en la creación del grupo de bailarinas de la facultad y en una revista estudiantil. Pero su principal labor está en el feminismo: formó parte de en una escuela de formación feminista y trabajó por la igualación de remuneraciones de académicas y funcionarias de la facultad.
Por eso, cree que el movimiento estudiantil debe incorporar a ese mundo en su lucha. “Las feministas organizadas consiguieron la creación de un protocolo contra el acoso y la discriminación arbitraria en la universidad. Esto demuestra que el feminismo es un arma potente y que tiene mucho que aportar para que la U. de Chile sea realmente pluralista y respetuosa de las mujeres y la disidencia sexual, y para que las mujeres alcancemos igualdad de remuneraciones y de espacios en la academia”, afirma.
En el plano educacional, la dirigente dice que el proyecto de fortalecimiento a universidades estatales, actualmente en tramitación, “nos sacó del foco de unidad que debimos tener, en especial para acoger a los estudiantes de universidades en crisis, como la Arcis y la Iberoamericana, que se quedaron endeudados y sin estudiar”. Y agrega que “desde principios de año pujamos para que la universidad recibiera a esos estudiantes, poniendo en relieve que la única forma de hacer retroceder al mercado educativo es hacer crecer la matrícula pública. Y no renunciamos a eso, por lo que será un punto esencial de la discusión del próximo año”.
Karla Toro dice que en 2018, el movimiento estudiantil “enfrentará condiciones que no son las mismas que hace 5 o 6 años. Hoy existen reformas que lamentablemente han profundizado el mercado en la educación en desmedro de la educación pública, cuestión que queda demostrada con la gratuidad, que redujo otras becas y aumentó la cantidad de estudiantes con CAE”, por lo que los deberán “convocar a los otros actores para disputar el fortalecimiento y expansión de la educación pública. Si funcionarias, secundarias, profesoras y estudiantes de las universidades no logramos articularnos, difícilmente podremos avanzar en conquistar una nueva educación pública en donde todos y todas seamos bienvenidas”.
Santiago de Chile, 31 de octubre 2017
Crónica Digital