Sagan y su equipo seleccionaron a mediados de la década de 1970 una muestra de nuestro planeta sonoro para oídos alienígenas.
La NASA había aceptado la propuesta de colocar dicha selección a bordo de las Voyager, cuyo despegue estaba previsto para septiembre de 1977.
Sagan compuso un mensaje con dibujos de un hombre y una mujer desnudos, esquemas del sistema solar; además de un mapa de 14 púlsares con la posición de la Tierra en la Vía Láctea, acompañado de un diagrama de la molécula de hidrógeno con la clave del código binario necesario para descifrarlo.
Reclutó para su empresa al astrónomo Frank Drake, los periodistas científicos Ann Druyan y Timothy Ferris, el musicólogo Alan Lomax, el ilustrador Jon Lomberg y la artista Linda Salzman, su propia esposa.
De soporte escogieron un par de discos fonográficos de cobre en los que grabarían en formato analógico sonidos naturales, piezas musicales y saludos en 55 idiomas.
También se incluyeron sendos votos de paz y amistad del entonces presidente de Estados Unidos, James Carter, y del secretario general de las Naciones Unidas en ese momento, Kurt Waldheim.
Washington, 10 noviembre 2017
Crónica Digital /PL