Interrogantes acerca del nivel de participación y en torno a la distancia que logrará el favorito Sebastián Piñera sobre el senador Alejandro Guillier, dominan el ambiente de cara a las elecciones presidenciales en Chile.
Son poco más de 14 millones de electores los convocados, aunque de forma voluntaria. Los mejores estimados señalan que un 6,7 millones de votantes sería una cifra aceptable en la primera vuelta de los sufragios de este domingo.
A continuación y breve perfil de los ocho candidatos a asumir el Palacio de La Moneda el 11 de marzo de 2018:
Sebastián Piñera: figura de la coalición de derecha Chile Vamos, jefa de estado de 2010 a 2014, ha centrado su campaña de forma sistemática en ataques a la administración de Michelle Bachelet y la centroizquierda.
Multimillonario de casi 68 años, también salpicado por los escándalos de corrupción política y presunto tráfico de influencias, logró salir airoso y marcha de forma sostenida como amplio favorito de las encuestas.
Su eventual regreso a La Moneda representará una marcha atrás en las reformas emprendidas por Bachelet, aunque proyecta una agenda propia con acento en el desarrollo y la disminución de la pobreza.
Alejandro Guillier: periodista de 64 años, senador independiente, surgió discretamente como alternativa al poder ante un vacío dentro de la coalición en el poder Nueva Mayoría, insatisfecha por la baja popularidad del ex presidente Ricardo Lagos.
Lagos, muy poco apreciado en las encuestas, finalmente perdió la nominación dentro del Partido Socialista, el mayor de todos, que se decantó por Guillier. Pero este hecho provocó la escisión de la Democracia Cristiana (DC).
Todo este embrollo complicó la campaña del legislador que si bien remontó posiciones en las últimas semanas, sigue por debajo de Piñera a 20 puntos porcentuales. Valora las reformas de Bachelet, pero con cambios y algunos piensan que en el balotaje pudiera dar la sorpresa.
Beatriz Sánchez: otra periodista de 46 años , carta de la joven agrupación Frente Amplio, también en la centroizquierda. Su falta de experiencia parece haberle pasado factura y después de un inicio prometedor perdió apoyos.
Sin embargo, su proyección es vista como esencial para Guillier. Los votos del Frente Amplio en segunda vuelta pudieran ser decisivos. Su línea es de profundizar en las reformas, tomando distancia de ciertas medidas aplicadas por Bachelet.
Marco Enríquez-Ominami: de 44 años, en su tercera campaña electoral, luego de provocar asombro la primera vez con el 20% de respaldo en 2009, logró sobre el 10% en 2013 y ahora según algunos sondeos pudiera sobrepasar el 5% con suerte.
Cineasta, hijo del asesinado líder del Movimiento de Izquierda Revolucionario, Miguel Enríquez, y con un discurso fresco, perdió pulso con acusaciones no probadas de recibir dinero de empresas y de viajar en un jet privado en la contienda anterior.
Se ha mostrado dentro del abanico de candidatos como el más cercano al legado de Bachelet, promete seguir profundizando en la idea de un Chile más justo, y se concentró en la figura de Piñera para desbarrar de la derecha.
Carolina Goic: senadora y líder de la democracia cristiana, escogió el camino de distanciarse de la Nueva Mayoría y buscar las presidenciales de forma independiente, lo cual remarcó la fractura de la centroizquierda.
De 44 años, asistente social y economista, tiene una larga experiencia como legisladora desde 2005 y si bien mantuvo su espaldarazo al Gobierno, se enfrentó a la izquierda, en particular al Partido Comunista.
Cuenta con apenas un 3% de apoyo según los sondeos y su gran meta es posicionarse lo mejor posible para luego negociar sus votos en el balotaje a cambio de la influencia de la DC.
Alejandro Navarro: senador de 58 años del nuevo Partido País, ex socialista y hasta hace poco líder del Movimiento Amplio Social (MAS), alineado bien a la izquierda, es crítico de la clase política tradicional.
Lanzó unas monedas a Piñera para denunciar que no recibía créditos bancarios para su campaña como si obtuvo el hombre de negocios. Propone cambios revolucionarios y profundos en Chile.
Eduardo Artés: señalado como de ultraizquieda, este docente de 65 años es crítico de las posturas tradicionales tanto de la derecha como de la izquierda y como aspirante de la Unión Patriótica proyecta dignidad y justicia social.
José Antonio Kast: paladín de la ultraderecha, cuenta con el favor de los simpatizantes de la dictadura de Augusto Pinochet y entre sus medidas controversiales, que incluiría en su gobierno de ganar los comicios, está eliminar la estatua de Salvador Allende.
Abogado de 51 años, ex miembro del partido Unión Demócrata Independiente, promete reconstruir Chile con rechazo al aborto, el matrimonio igualitario y a todas las iniciativas reformistas de Bachelet.
Santiago de Chile, 19 de noviembre 2017
Crónica Digital /PL
