En estos espacios para donde fue expulsada la población negra, al mismo tiempo que se niega todo tipo de derechos a los ciudadanos, se concentran todos los mecanismos de violencia y control, especialmente aquellos encabezados por la fuerza policial, denuncia.
Nuestra lucha -remarca el llamamiento- es contra el racismo, el genocidio del pueblo negro, el feminicidio, el machismo, el etnocidio, la LGBTfobia, el racismo religioso, el encarcelamiento en masa y todas las formas de violencia y violación de los derechos humanos, y contra el golpe que ha promovido la retirada de nuestros derechos.
La gente sabe que el pueblo negro es la principal víctima del Estado y con el golpe (contra la presidenta constitucional Dilma Rousseff), las cosas sólo empeoraron, declaró a la Red Brasil Actual la activista Adriana Moreira, del Frente Alternativa Negra (FAP, por sus siglas en portugués).
El 7 de noviembre último, el Sistema de Naciones Unidas en Brasil lanzó la campaña Vidas Negras, que busca concientizar a la ciudadanía sobre la urgencia y la necesidad de poner fin a la violencia contra la juventud afrodescendiente.
En la ceremonia se dio a conocer que en esta nación suramericana cinco jóvenes negros mueren cada dos horas de forma violenta, con lo cual la cifra se eleva a 23 mil en el año.
Es inaceptable que ser negro coloque a los jóvenes en riesgo de ser asesinados y sometidos a todo tipo de violencia, advirtió en la ocasión el coordinador residente del Sistema, Nicky Fabiancic, e instó a reconocer que los afrodescendientes son las mayores víctimas de acciones abusivas, y muchas veces letales, de las fuerzas de seguridad.
El Día Nacional de la Conciencia Negra es celebrado el 20 de noviembre por ser esa fecha, pero en 1695, cuando murió el Zumbi de los Palmares, líder del Quilombo de los Palmares y uno de los principales nombres de la resistencia negra en la lucha contra la esclavitud.
Brasilia, 20 de noviembre 2017
Crónica Digital /PL