La Constitución precisa que también pueden ser separados los presidentes que fracasen en obedecer, mantener y defender la carta magna, y quienes la violen deliberadamente.
Especialistas indicaron que el primer paso es la presentación de una moción, que ya fue redactada por el partido gubernamental Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Patriótico (Zanu-PF), que deberá ser aprobada por la mitad más uno de todos los diputados, tanto de la Cámara como del Senado.
Luego de esa aprobación se elige un comité de nueve legisladores, quienes estarán encargados de investigar el caso y, si coinciden con la letra de la petición, llevarán de nuevo el asunto ante la Asamblea Bicameral para someterlo a la consideración de los diputados.
Para que la moción de censura contra Mugabe prospere se requieren dos tercios de los votos, que representaría la anuencia de al menos 233 diputados.
Si se consigue esa votación Mugabe, de 93 años, dejaría de ser presidente de Zimbabwe a partir de ese momento.
Voceros del ZANU-PF tienen confianza en la victoria de su petición, que es respaldada por partidos de la oposición.
La crisis en el país comenzó el martes pasado con el control de los militares para acabar, según alegaron, con las expulsiones del gabinete de Mugabe de ministros héroes de la guerra de independencia en la guerra de liberación que terminó en 1980 con la elección del actual mandatario, el único que ha tenido desde ese momento.
Voceros de las Fuerzas Armadas insisten en que su objetivo ha sido acabar ‘con los criminales que rodeaban al presidente’, muchos de ellos ya encarcelados.
El Comité Central del Zanu-PF destituyó a Mugabe el domingo como su primer secretario y nombró en su lugar a Emmerson Mngagwna, exvicepresidente del país expulsado por el mandatario, en un aparente movimiento de instalar en su lugar a su esposa Grace, una posibilidad que la conduciría a la jefatura de Estado, lo cual no fue del agrado de las Fuerzas Armadas.
Grace, entretanto, fue expulsada del Zanu-PF y sacada de su cargo al frente de la Liga de Mujeres de la organización.
Pretoria, 21 noviembre 2017
Crónica Digital/PL
