En aquel momento, remitió a la Asamblea General el reporte del exjefe de Justicia de Tanzania Mohamed Chande Othman, encargado de liderar las pesquisas relanzadas hace tres años sobre el asesinato
Guterres solicitó a diferentes países entregar los elementos que tuviesen al respecto y respaldar la solicitud de Othman de nombrar a funcionarios de alto rango para que encabecen revisiones internas de los archivos de seguridad, inteligencia y defensa.
Además, instó a mantener vivo el tema de las averiguaciones acerca de lo sucedido en la noche del 17 al 18 de septiembre de 1961, cuando se estrelló el DC-6 en el que Hammarskjold y su comitiva viajaban a Ndola, ciudad de la actual Zambia, para mediar en el conflicto de Katanga.
La Asamblea General adoptó a finales de 2014 una resolución para impulsar las pesquisas, a partir del surgimiento de detalles que insinuaron hacerlo. Destacaron entonces las declaraciones de nuevos testigos, que aseguraron haber observado más de un aparato en el aire, lo cual refuerza la tesis del derribo o la interferencia.
Los reportes de las nuevas investigaciones incluyen la posibilidad de que sea cierta la versión de un ataque o amenaza externa como causa de la tragedia, y también manejan la variante de un error humano por parte del piloto y en ese caso, la fatiga pudo provocar el accidente.
Naciones Unidas, 6 de diciembre 2017
Crónica Digital /PL