El 19 de octubre de 2015 tuvieron lugar los comicios para elegir a los miembros de la Cámara de los Comunes, en los que el PLIB obtuvo 184 asientos y le permitió formar un gobierno mayoritario, con Trudeau al frente.
De acuerdo con informes del Banco Central de Canadá la moneda local está en su mejor posición en varios años, al tiempo que aumentaron los puestos de trabajo y se reportaron las mayores alzas del Producto Interno Bruto (PIB) en una década.
En agosto pasado el dólar canadiense llegó a cambiarse por 82 centavos de su par estadounidense, después que las autoridades bancarias subieron al uno por ciento las tasas de interés, debido al buen estado de la economía.
El valor del llamado ‘loonie’ lo llevó a un nivel sin precedentes desde junio de 2015, pocos días después que las autoridades informaron que el PIB creció 4,5 por ciento en el segundo trimestre de 2017, su mejor comienzo para un año calendario desde 2002.
Otros reportes oficiales señalan que la capacidad industrial del país se elevó a 85 por ciento en el segundo trimestre de 2017, la tasa más alta desde 2007, en particular por los crecientes volúmenes de extracción de petróleo y gas.
Sin embargo, la distribución de la riqueza no es todo lo equitativa que las autoridades federales dicen aspirar, pues según una investigación de la empresa Ekos, la cantidad de canadienses que cree pertenecer a la clase media descendió de 70 por ciento en 2002 a 43 por ciento en 2017.
DISCULPAS DE TRUDEAU
De otra parte, en su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas el 21 de septiembre pasado, Trudeau reconoció que uno de los mayores desafíos de su administración es lograr el cese de las violaciones de los derechos de la población aborigen, en particular de los menores de edad.
Las palabras de Trudeau en esa ocasión renovaron el debate en torno a la muerte de más de seis mil alumnos indígenas canadienses en escuelas residenciales del país, cerradas en 1996.
Como parte de sus intentos por cambiar la imagen en ese aspecto, Trudeau también presentó disculpas recientemente de manera formal a las comunidades aborígenes por la violación flagrante de sus derechos durante décadas.
Además, el Gobierno informó que apoya un proyecto presentado en el parlamento que exige la implementación total de la declaración de Naciones Unidas sobre la población aborigen.
El 28 de noviembre pasado Trudeau volvió a pedir perdón, esta vez ante miembros de la comunidad lesbiana, gay, bisexual y transgénero afectados por las acciones represivas de gobiernos anteriores contra trabajadores públicos.
Desde la década de los años 50 hasta 1992, miles de empleados federales fueron despedidos por su orientación sexual como parte de una purga por supuestas razones de seguridad nacional, incluyendo oficiales de las fuerzas armadas.
Mientras en el plano de las relaciones exteriores, la administración liberal recibe críticas de la oposición por sus posturas frente a Washington, en particular la ‘modernización’ del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan), del cual México también forma parte.
Los vínculos con Washington están matizados además por el debate en torno al incremento del arribo de inmigrantes desde Estados Unidos por la frontera común, debido al peligro que enfrentan miles de extranjeros ante las disposiciones del presidente Trump contra los indocumentados. (Tomado de Semanario Orbe)
Por Roberto García Hernández
La Habana, 9 diciembre 2017
Crónica Digital /PL