‘Las finanzas pueden, deben ser y serán un factor decisivo, así como la diferencia entre ganar o perder la guerra’, alertó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, al intervenir ante jefes de estado, de gobierno y ministros de 127 naciones asistentes a la cita.
Dos años después del Acuerdo de París centrado en reducir las emisiones contaminantes para limitar el incremento de la temperatura en el planeta, ‘no estamos ganado la guerra’, advirtió Guterres, mientras Macron fue más radical al afirmar que ‘estamos perdiendo la batalla’.
Así se refirieron al estancamiento constatado en el cumplimiento de los compromisos internacionales, un fenómeno relacionado esencialmente con la falta de financiamiento.
Por tal razón, la cumbre One Planet movilizó a numerosos actores internacionales precisamente con el objetivo de buscar fondos provenientes tanto del sector público como privado, lo que implica gobiernos, instituciones, bancos, empresas y otros actores relacionados con las finanzas.
Sin embargo, algunas naciones manifestaron que en esta lucha, el peso principal lo deben llevar el sector público.
Al respecto, la ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba, Elba Rosa Pérez, afirmó que ‘si bien se movilizan esfuerzos a nivel global para que distintas fuentes contribuyan a las finanzas para el clima, no podemos sobredimensionar el papel de los flujos privados, pues son muy inestables y volátiles’.
En consecuencia, agregó, el financiamiento público debe seguir siendo el prioritario, ya sea a través de mecanismo globales o bilaterales, con la cooperación norte-sur, la sur-sur y la triangular.
Por su parte el presidente de Bolivia, Evo Morales, manifestó su preocupación ante la posibilidad de que el deber del financiamiento se transfiera al sector privado, y alertó que la privatización de esa responsabilidad tendría consecuencias irreversibles.
El jefe de Estado sostuvo que ‘no se puede responder con más capitalismo a una crisis provocada por el capitalismo’, luego de plantear que las causas estructurales del cambio climático están relacionadas con un modo de producción y de vida que no se desarrolla en armonía con la naturaleza.
El mandatario también enfatizó la necesidad de que se reconozca y salde la deuda climática histórica de los países industrializados, los cuales siguen incumpliendo sus compromisos financieros en este ámbito.
En la misma línea se pronunció el secretario general de la ONU, quien instó a las naciones ricas a abonar el financiamiento prometido.
Guterres abogó por que ‘los países ricos cumplan su compromiso y aporten los 100 mil millones de dólares por año hasta 2020 para respaldar a los países en desarrollo’.
De acuerdo con sus declaraciones, ‘los países en desarrollo no son responsables del problema que tienen que enfrentar, por lo que es cuestión de justicia que los desarrollados los ayuden en este combate’.
En este sentido, señaló que el Fondo verde para el clima debe convertirse en un instrumento eficaz, sobre todo para los países más vulnerables, como los pequeños estados insulares y las naciones menos avanzadas.
Precisamente los estados del sur elevaron su voz para reafirmar que frente al cambio climático la responsabilidad es común, pero diferenciada, y ello se debe materializar en la cuestión financiera.
El ministro de Medio Ambiente de Ecuador, Tarsicio Granizo, sostuvo que el financiamiento para este tema ‘es una deuda que tienen los países industrializados con los estados del sur, porque en su momento, esos países se apropiaron de un bien común que es la atmósfera para desarrollarse y ocasionaron los problemas que ahora estamos sufriendo’.
Por Luisa María González
París, 13 diciembre 2017
Crónica Digital /PL
