Todas las burdas manipulaciones en torno a acuerdos concretos llevan a ilusiones sobre la supuesta posibilidad de que la comunidad internacional entierre los arreglos de Minsk, consideró el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Grigori Karasin.
El diplomático declaró al diario Izvestia que existe una avenencia tripartita firmada por Ucrania, Lugansk y Donetsk, con auspicio de otros actores internacionales, en febrero de 2015.
De acuerdo con lo pactado en la capital belarusa, en Donbass debe regir una tregua, la retirada de armamentos pesados de la línea de conflicto, intercambio de prisioneros, amnistía, estatus especial para Donbass y regreso al control ucraniano de su frontera con Rusia.
Por el momento, no existe ningún tipo de señal o movimiento para reactivar el proceso de negociaciones a partir del arreglo de Kiev, estimó Karasev, a poco de cumplirse dos años de esa avenencia.
Los legisladores ucranianos dejaron fuera del proyecto de ley de reintegración de Donbass a todo lo relacionado con los acuerdos de Minsk, desde su aprobación en primera lectura. Para la segunda lectura reafirmaron el término agresión rusa.
Moscú en todo momento denuncia que Kiev se niega a cumplir los acuerdos de Minsk en el orden como se previó en esa ciudad entre todas las fuerzas participantes en la confrontación.
El proyecto de ley consideró que Donetsk y Lugansk son territorios ocupados, según Kiev, por Rusia, con lo cual buscan una base legal para el uso de las fuerzas armadas en tiempos de paz, en el interior del país, algo que hacían desde hace varios meses.
La operación contra la población sublevada de Donetsk y Lugansk, donde se realizaron sendos referendos de independencia en mayo de 2014, se presentó primero como una acción antiterrorista, pero ahora Kiev trata de situarla como el rechazo a una presunta agresión.
Moscú en todo momento desmiente las acusaciones del gobierno ucraniano y demanda pruebas sobre la supuesta participación de sus fuerzas armadas en el conflicto, que ya dejó más de 10 mil muertos, en su gran mayoría civiles.
Moscú, 17 de enero 2018
Crónica Digital /PL