El largometraje de Sebastián Lelio Una mujer fantástica, confirmó su exitoso recorrido internacional al conquistar el Oscar en la categoría de Mejor Película Extranjera.
La cinta se estrenó en febrero de 2017 y hasta el momento solo ha cosechado éxitos, baste solo decir que fue la única película latinoamericana en lograr una nominación a los codiciados Premios Oscar 2018.
«Rebeldía, resistencia, amor», fueron las breves palabras que espetó la protagonista de la cinta, Daniela Vega (Marina Vidal), al momento de recibir el también respetable Premio Goya, en España.
Tras un exitoso recorrido festivalero, la cinta llegó como favorita a los lauros españoles, luego de haber obtenido en febrero de 2017 el Oso de Plata al Mejor Guion en el prestigioso Festival de Cine de Berlín.
A finales de 2017, la cinta logró nominaciones a los Globos de Oro, los Critics Choice Awards y los Independent Spirit, mientras en el más reciente Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana ganó el Premio Especial del Jurado y el lauro a la mejor actriz para Daniela Vega.
La obra que protagoniza la actriz y cantante transgénero compitió este domingo en la categoría de Mejor Película Extranjera con otras aplaudidas apuestas internacionales: TheInsult (Líbano), Loveless (Rusia), Onbody and soul (Hungría) y TheSquere (Suecia).
El Oscar es el primero conseguido por Chile en la mentada categoría.
Trama de la insistente búsqueda de una auténtica identidad
Una mujer fantástica relata la historia de Marina (Daniela Vega), una transexual con una prometedora carrera de cantante, que vive un romance con Orlando (Francisco Reyes), un hombre casi 20 años mayor.
Sus vidas dan un giro tras la muerte del novio, pues la protagonista emprenderá, entonces, una batalla insistente y solitaria contra el entorno familiar de la pareja para reclamar su derecho al duelo.
Repleta de simbolismos y alusiones a un universo onírico que da paso al regodeo entre el misterio, la sospecha y el melodrama emocional, Una mujer fantástica muestra un trasfondo social consciente y una astucia psicológica con representaciones certeras respecto a la injusticia.
Pero la historia de una mujer transexual, Marina Vidal, se muestra como representación de un prejuicio enraizado más allá de las fronteras chilenas. Los sufrimientos y angustias de la protagonista se tornan empáticos a través de su carisma que desafía la lástima.
Marina es insistente respecto a su propia dignidad ※sus derechos básicos al respecto, la seguridad, la sexualidad y la búsqueda del placer※ ante la condescendencia, la indiferencia, el desprecio y la marginalidad que le impone una sociedad patriarcal.
Detrás de la aparente modestia, se esconde un espíritu extravagante, rebelde y libre. Una mujer que se rebela contra el determinismo del rol social, los lenguajes impuestos y la tradición.
La obra de Lelio encuentra en la desobediencia de su personaje central las claves para desencadenar el conflicto y acceder al gesto heroico: la emancipación e incesante conquista de una auténtica identidad.
Por Gema Carrillo López
Los Ángeles, 5 marzo 2018
Crónica Digital/PL