Sarkozy afirmó que ya pagó un precio alto por este caso, que según él fue la causa de su derrota en las elecciones de 2012 (frente a François Hollande), y en las primarias de la derecha realizadas previo a los comicios de 2017.
Tras un interrogatorio de dos días bajo condiciones de arresto, los jueces a cargo de la investigación decidieron anoche imputar al exmandatario por cargos de ‘corrupción pasiva, financiamiento ilegal de campaña electoral y ocultación de fondos públicos libios’.
El expediente abierto en el 2013 busca determinar si el político recibió financiamiento ilegal procedente de Libia para la campaña de 2007, en particular del gobierno del entonces presidente Muamar el Gadafi, sobre lo cual existen varios documentos y testimonios comprometedores.
Algunas de las evidencias son unos registros del entonces ministro de Petróleo de Libia, Choukri Ghanem, en los cuales se mencionan varios pagos a Sarkozy.
También está la declaración del empresario Ziad Takieddine, quien afirmó que entre 2006 y 2007 llevó un total de cinco millones de euros desde Libia hasta París, donde los entregó a Sarkozy (entonces ministro de Interior) o a personas de su entorno.
El expresidente aseveró ante los jueces que Takieddine miente, y alegó que todo forma parte de una venganza de personas cercanas a Gadafi, que buscan castigarlo por haber liderado la coalición que provocó la caída de aquel gobierno en Libia.
París, 22 de marzo 2018
Crónica Digital /PL