Desde inicios de este mes ha sido ampliamente publicitado, como si fuera la invitación a un espectáculo, que Televisión Nacional, una institución estatal ha programado para este martes 15 de mayo por la noche, en horario estelar, otro producto televisivo conteniendo lo que seguro serán, como viene a ser costumbre, difamaciones contra la Comuna de San Ramón, su población y su Municipio disfrazadas con burdos recursos audiovisuales de la ficción.
Digo otro, porque el primer producto televisivo exhibido en octubre del año pasado, como por casualidad a días de la primera vuelta de la elección presidencial, ayudó considerablemente a ensuciar la campaña del candidato Alejandro Guillier. Por primera vez en Chile después de la dictadura, se coludían quizás sin estar conscientes de ello instituciones del estado –Fiscalía, PDI, Televisión Nacional– para devaluar la imagen pública de otra institución del estado asignándole el rótulo de “Narco Municipio”. Quizás la Fiscalía y la PDI todavía estarán ponderando su vinculación con el producto exhibido por Televisión Nacional.
El producto a ser exhibido esta noche, se enmarca en un contexto diferente aunque solo en la superficie. En el fondo el objetivo es el mismo: destruir la imagen pública de una comuna que vota por lo general en altos porcentajes por la izquierda. Todavía no se conoce el núcleo duro donde reside el diseño de infundio a esta Comuna, su municipio y su alcalde. Tampoco se sabe si todo responde a un antojo periodístico por el mayor rating que se le escapó a un editor (poco) riguroso. Han pasado más de seis meses del repudiable acto de difamar sin pruebas evidentes y concretas, y se está a punto de presenciar otra exhibición similar sin que las pruebas que ameritan esa designación de Narco Comuna sean conocidas.
De poco valen los evidentes progresos de San Ramón en desarrollo humano producto del uso eficiente de la inversión social y en infraestructura, documentados en la última Cuenta Municipal de abril, aplaudida por más de mil personas que asistieron a una verdadera fiesta municipal.
Ayer fui a obtener el permiso de circulación para mi vetusto Renault Laguna 1968, y mientras esperaba me enteré que no habían bajado los permisos de circulación ni los niveles de inversión en proyectos comunales a pesar de los intentos de estigmatizar la comuna.
Lo hecho por el canal estatal en octubre del año pasado, está pronto a ser repetido esta noche, en el caso de que no hubiera desistido en exhibir un producto televisivo con la intención de dañar la imagen de la comuna y del Municipio. En octubre de 2017, el canal estatal fue asistido por información proveniente de la PDI y la fiscalía, y de las filtraciones de información que conforman el modus operandi de muchas instituciones estatales y privadas para obtener réditos de todo tipo.
Afortunadamente la imagen no se dañó al interior de la comuna y particularmente ha crecido el apoyo a su alcalde Miguel Ángel Aguilera que ha sostenido la encomiable tarea de hacer sustentable el desarrollo de la comuna frente a las amenazas de difamación.
Al salir ayer del edificio consistorial, impecablemente aseado, por la tarde, me encontré con un profesor y sicólogo que hace 25 años educa al personal comunal y a población variada, en conocimientos y prácticas de resiliencia comunitaria. Como conocedor profundo de Heidegger, aplica sus estructuras de pensamiento en su trabajo comunitario. Quitado de bulla, concentrado en su tarea, no le importa la publicidad ni la farándula, menos el show con falsas pretensiones periodísticas. Silenciosamente, ayuda a los demás a resistir y crecer desde los golpes y a pesar de ellos…
Le pregunté a un antiguo funcionario del municipio por qué no se había difundido más ampliamente en Santiago, en Chile, la experiencia comunitaria de este profesional conocedor del legendario filósofo alemán. Se lo dije porque en mi recorrido por las comunas del país y por la experiencia que tuve trabajando en mi querido Lo Prado, consideraba un hecho extraordinario que Heidegger estuviera presente a nivel comunitario a través del trabajo de este profesional singular.
Es el otro mensaje, Heidegger en San Ramón. El que debería estar primero, antes de la difamación.
Juan Francisco Coloane.
Sociólogo, Analista Internacional
Santiago de Chile, 15 de mayo 2018
Crónica Digital
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