Dicen que Nelly Lemus nació danzando,  le llaman “La Pacarisca”, (Escondida en quechua); el nombre de uno de sus grupos de danza. También es poeta; sus poemas han sido llevados al mundo entero por importantes músicos y compositores. Pampina es el Taller de danzas que dirige  ensaya y hace su puesta en escena en su casa que convirtió completamente en un centro cultural de la diversa chilenidad nortina; una maestra que se ha volcado al quehacer artístico y cultural, convencida de que es una herramienta de transformación y cambio social. Es profesora, poeta, bailarina, coreógrafa, investigadora, gestora cultural, mamá, abuela y bisabuela. Cuando tenía apenas nueve años empezó a mover su cuerpo armónicamente. Desde entonces no ha parado más en lo que considera su “peregrinar” por el “gran salar y la pampa salitrera”. Desde Chañaral partió a estudiar a la Escuela Normal de La Serena, donde  tuvo a su cargo el ballet y después como su cuerpo a veces también quería hablar, empezó a escribir poesía por las noches. “No quise pedirles nada, solo traje mi cantar…” Antofagasta la acogió en 1968. Trabajó en la Escuela Japón hasta que la exoneraron en 1985. Allí formó con los niños el grupo de danza “Pacariscas”, presentándose en actividades escolares y en la peña “El Tambo Atacameño”, que cerró sus puertas en 1980.   Además de dedicarse a este quehacer – dice – que “para pasar el espanto” de los años de la dictadura militar, se dedicó de llenó a investigar lo que ha sido su eje artístico y cultural hasta los días de hoy: la proyección en la educación de los grupos promesantes  y su integralidad en la danza. Miraba cómo movían sus pies y sus brazos; sus ritos y caminatas firme en la tierra.  También les preguntaba por su gestualidad y las historias que contaban los bordados de sus trajes, concluyendo una presencia de una religiosidad popular e identidad colectiva que da cuenta del dominador y el dominado desde los tiempos de la conquista.  Se había propuesto sistematizar sus observaciones, pero como en aquellos años la libertad de expresión estaba cercenada, optó por actuarlas y luego enseñarlas, diseñando para ello una metodología de aprendizaje que basada en el cuerpo y su apropiación como protagonista y el trabajo en equipo, abre espacios de comunicación, interpretación y de desarrollo personal y comunitario. En  los espacios políticos trabajó por la recuperación de la democracia en la Coordinadora Democrática de Mujeres y como animadora comunitaria  y educadora popular desde el Servicio Paz y Justicia, Serpaj, intervino espacios públicos con una multitud de mujeres para vencer el miedo, usando el color, las formas y el movimiento. A los jóvenes les enseñó incluso a votar durante la campaña del No en 1988. El poeta Andrés Sabella le había dicho que la educación la podía ejercer incluso a la vuelta de la esquina. Desde 1994 dirige el Taller de Danzas “Pampina”, que reúne a mujeres, jóvenes y niños de distintas edades, quienes bailan al compás de ritmos de música andina, morenadas  y propuestas artísticas propias, entre […]

Casi tres décadas de posdictadura nos demuestran que la posibilidad de dotarnos de una nueva Constitución se hace imposible sin desahuciar la Carta Básica vigente. Por más que se le hayan hecho al texto de Pinochet sucesivas reformas, la verdad es que se continúa asociando  a ésta con el legado de la Dictadura y el orden institucional que ha consagrado  profundas desigualdades en la sociedad chilena, una enorme concentración de la riqueza y la restricción de varios derechos humanos esenciales. Definitivamente, la Constitución de 1980 no puede ser la base sobre la que se discuta un orden más democrático y justo. Seis autores han concordado la publicación de un importante libro en que se plantea la constatación que ya será imposible poner de acuerdo a quienes respaldaron el Régimen Militar y a sus detractores o disidentes para erigir un nuevo texto constitucional a partir de la Carta vigente.  Se trata de “1925, continuidad republicana y legitimidad Constitucional: Una propuesta “ (editorial Catalonia) , donde se propone, entonces, que lo mejor sería restablecer la Constitución de 1925, en el entendido que este texto legado por Arturo Alessandri se fue ganando una solida  legitimidad en su ejercicio, pese a que tampoco tuvo una génesis democrática. Enfatizan los autores que con el Golpe Militar de 1973 tanto los militares insurrectos como los derrocados apelaron a esta Constitución para justificarse y descalificarse mutuamente. Lo que demuestra el alto grado de consenso que este texto había alcanzado. Es importante destacar que los autores de este libro son todos académicos de distintas universidades  y sobre cuyos nombres no debieran existir sospechas respecto de que pudieran estar manipulados políticamente por alguno de los referentes ideológicos actuales *. Por lo mismo es que su propuesta ha surgido del debate intelectual, como en el diagnóstico de que para el conjunto de la política puede resultar más fácil retrotraerse al texto constitucional anterior que adoptar como punto de partida lo dispuesto por el Dictador, pese a las enmiendas auspiciadas por los gobiernos de la Concertación. Como ejemplo, los autores destacan lo sucedido en Austria después de nazismo, donde el nuevo estado se fundó sobre la institucionalidad anterior a la guerra y los gobiernos de facto. Mucho se dice que con este segundo gobierno, Sebastián Piñera quiere lograr reconocimiento histórico como estadista, dejando consolidado una serie de reformas y realizaciones que colaboren al desarrollo, la profundización de la democracia y una mayor equidad social. Desafío verdaderamente muy difícil ante la constatación de nuestros múltiples rezagos en la economía, la estresada convivencia nacional y nuestro debilitado prestigio en el mundo y la Región. Cuando lo que se ha profundizado, a pesar del crecimiento económico, es la desigualdad entre los chilenos, así como la consolidación de lacras tan severas como la corrupción  transversal de la política y el abuso empresarial, incluso en áreas tan estratégicas como la salud y la previsión . Además de las agudas tensiones por las justas demandas de los pueblos originarios, el explosivo fenómeno de la inmigración,  el empoderamiento del  narcotráfico y […]

Siempre hemos dicho que la corrupción y el abuso, por parte de los que mandan, sin que la ciudadanía lo supiera mayormente, han estado presente en Chile, con la diferencia de que ahora gracias a la libre difusión de las ideas y de la información por las redes sociales, se están conociendo muchas de esas bribonadas empleadas por los “de arriba” para obtener ventajas indebidas en los distintos mercados. La prensa que los protege ejerce su labor cautelando los intereses de sus socios a través del expediente de desinformar con sutiles mentiras a la opinión pública y para ello emplea sesudos y mendaces artículos y noticias aparentemente serias que, vía la deformación de los hechos, intenta convencer a sus lectores. Para quien suscribe esta columna fue muy gracioso leer en el vespertino La Segunda del 10/05/18  el artículo “Alcaldes y permisos de edificación” suscrito por el abogado constitucionalista, Arturo Fermandois, en donde con un sesgo absolutamente inmobiliario da cuenta, sin decirlo expresamente, de lo que sucede con un negocio de 2 torres habitacionales en la comuna de Las Condes, motivo por el cual el mismo día le enviamos una rectificación al director de ese medio, la que naturalmente se censuró en aras de proteger la palabrería insulsa de ese abogado. Nuestra carta respuesta decía “Nos vemos en la obligación de referirnos……………… quien asegura que los alcaldes no tienen atribuciones para ejercer la invalidación de los permisos de edificación, aludiendo entre otras cosas, al derecho de propiedad que emanan de esos actos municipales.  El autor de la columna no dice que el asunto se relaciona con el proyecto inmobiliario cuyo titular “se equivocó” al determinar la superficie del predio para así obtener un mayor coeficiente de constructibilidad, materia que fue resuelta por un estudio técnico del IDIEM de la UCH y que, por ello, los vecinos afectados  interpusieron un recurso de ilegalidad que llegó a la Corte de Apelaciones de Santiago, allanándose el alcalde a la posición de esos vecinos.  Ahora bien, conforme a la Ley Nº 19.880 del Procedimiento Administrativo, los actos de la administración del Estado tienen una presunción de legalidad y, dentro del plazo de 2 años desde que han sido cursados, pueden ser invalidados por “la autoridad administrativa”, cita textual del artículo 53º de dicha ley. Lo lógico es que, ante un vicio de una resolución de anteproyecto o de un permiso de edificación que haya sido aprobado por un Director de Obras Municipales, este mismo funcionario debiera iniciar el procedimiento de invalidación, pero en este caso sorprendentemente la funcionaria que lo cursó se negó a dejarlo sin efecto y por ello, su superior jerárquico en la Municipalidad de Las Condes, se vio en la obligación de ejercer esa atribución legal.  Respecto al derecho de propiedad que tendrían los titulares de los permisos de edificación, está claro que si hay controversias legales, la Contraloría General de la República tiene mucho que decir, pero siempre serán los tribunales de justicia los que dirán la última palabra.     Terminamos afirmando que el sistema económico de libre mercado funciona bien […]

A propósito de las tomas feministas en diversas universidades y de la repercusión política y social del movimiento, es pertinente hablar del significado y los mitos asociados al feminismo. En primer lugar, por el desconocimiento o ignorancia que existe en relación al tema y la gran distancia que hay entre lo que realmente es “un movimiento social y político que busca igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres, considerando que son diferentes” y la construcción del feminismo que surge del imaginario social, es decir, “mujeres que odian a los hombres” o “feminismo es igual a machismo”. La imagen prejuiciosa que se tiene del feminismo se origina en la “sociedad patriarcal y androcéntrica”, punto de partida de la desigualdad, al ser esta una estructura de opresión y dominación que despliega el poder masculino sobre las mujeres. En esta, el hombre es la medida de todo, relegando lo femenino al espacio privado, al cuidado de los hijos y a las labores domésticas. Este tipo de sociedad se sostiene gracias al apoyo de instituciones conservadoras con gran influencia en la población: iglesia, partidos políticos y medios de comunicación conservadores. Estos, en su afán de perpetuar los valores y estructuras tradicionales, han denostado la labor de las feministas, en la lógica de demandas como el aborto o la diversidad sexual. No es difícil entender por qué la mayor parte de la población, incluso algunas mujeres, tienen una imagen negativa de las feministas. Como segundo aspecto está el cuestionamiento permanente, desde la trinchera masculina, al empoderamiento femenino, a causa del temor que significa la posibilidad de compartir (ni siquiera perder) privilegios que, históricamente, han estado reservados para los hombres, vinculados al espacio público, como la política y el mundo del trabajo. A esto se suma el verse presionados y/u obligados a participar del espacio privado, en el cuidado de los hijos y el trabajo doméstico. Ante esta amenaza, se caricaturiza a las feministas como machorras, feminazis, frustradas y amargadas que quieren someter a los hombres bajo su poder. Ello ha derivado en la polarización de las relaciones entre ambos: mujeres cada vez más empoderadas sobre su rol en la sociedad, en contraposición a hombres que construyen la masculinidad a partir del rol tradicional de macho proveedor y protector. Es decir, mujeres cada vez más independientes y hombres cada vez más machistas. Culmino citando a una de las grandes pensadoras feministas, Simone de Beauvoir: «el hombre se define como ser humano y la mujer como femenina. Cuando ella se comporta como un ser humano, se dice que está imitando al varón». Por Ana María Gutiérrez Académica, Universidad Central Santiago de Chile, 18 de mayo 2018 Crónica Digital 

La recurrente Crónica de una muerte anunciada que nos legó Gabriel García Márquez voló en las últimas horas con el Amén del Vaticano, con dureza y verticalidad. De la mano del propio papa Francisco, el remezón en la Iglesia católica de Chile está en el ambiente y si bien los tiempos de implementación de medidas pueden ralentizarse por los ritmos eclesiales, sobresale el sabor a escarmiento. Muchas cosas cambiaron respecto al accionar del Vaticano y de su actual máximo representante, el antiguo obispo argentino Jorge Mario Bergoglio. El secretismo fue trasgredido, evidentemente con toda intención. La renuncia masiva de los obispos chilenos convocados a Roma durante tres días esta semana terminó siendo una noticia relativamente menor. Se conocieron detalles de un texto entregado por el sumo pontífice. Hay detalles o luces de las consecuencias que traerá para la iglesia chilena los casos de encubrimientos de abusos sexuales en general, pederastia, manipulación de pruebas, mentiras y hasta incineración de evidencias. Parece obvio que de alguna forma, el mismísimo Vaticano permitió que se deslizaran detalles de lo ocurrido al interior de sus puertas, cuando en un inicio su portavoz dijo que no habría declaraciones ni comunicados de cierre. La cadena local de televisión T13 tuvo acceso a un texto de 10 cuartillas entregado por Francisco a los 34 obispos chilenos en el que entre otros aspectos subraya: «hay una herida abierta, dolorosa y hasta ahora «ha sido tratada con una medicina que, lejos de curar, parece haberla ahondado más en su espesura y dolor». Antes de los tres días de reuniones, llamados a las meditaciones con votos de silencio e intercambios entre Francisco y los obispos, tres víctimas de abusos sexuales de la Iglesia Católica chilena visitaron, invitados por el Sumo Pontífice. Juan Carlos Cruz, James Hamilton y Juan Andrés Murillo, quienes sufrieron los actos de pederastia del defenestrado cura Fernando Karadima, se mostraron satisfechos con las posturas del papa y confiaron en castigos ejemplares. Fueron ellos los más enérgicos denunciantes del obispo de la sureña localidad de Osorno, Juan Barros, detonante del escándalo que hizo cambiar de opinión a Francisco tras una atropellada visita a Chile en enero. Barros y el cardenal Francisco Javier Errázuriz, arzobispo emérito de Santiago, son sindicados por ocultar evidencias sobre el caso Karadima. En una de las partes del documento revelado por T13, Francisco escribe: «La Iglesia chilena se ensimismó de tal forma que las consecuencias de todo este proceso tuvieron un precio muy elevado: su pecado se volvió el centro de atención». «La dolorosa y vergonzosa constatación de abusos sexuales a menores, de abusos de poder y de conciencia por parte de ministros de la Iglesia, así como la forma en que estas situaciones han sido abordadas, deja en evidencia este cambio de centro eclesial», completó. Pero hay más. Según medios chilenos, se comprobó que hicieron desaparecer pruebas y el papa Francisco calificó los sucesos de hechos delictivos, escándalo y hasta de la necesidad de «ir más allá» de la remoción de personas para solucionar […]

1) El relevante contexto regional y mundial.- Estados Unidos intenta con cierto frenesí cambiar el cuadro de correlaciones de fuerzas en nuestra región, ante la pérdida creciente de poder, y de legitimidad política y ética en el mundo, y especialmente ante las potencias emergentes: China; Rusia; India; y bloques de países que impulsan el multilateralismo. Las naciones integrantes del histórico “patio trasero” del imperio norteamericano avanzaron en las décadas recientes hacia sistemas de integración (CELAC; ALBA; UNASUR), y de espacios de autonomía, que debilitaron objetivamente la fuerza hegemónica norteamericana en el plano estratégico. Esta tensión se ha agudizado y es lo que explica finalmente la injerencia; las guerras de intervención y los apoyos criminales a genocidios como el que se comete con el Pueblo Palestino; el Pueblo Sirio; antes Libia; en fin, casi no hay zona del mundo afectada directamente por esta política. Y es lo que explica la intervención norteamericana en Brasil; en Centro América y Caribe; el Cono Sur. De lo cual Venezuela es una pieza clave del mapa que busca recomponer Estados Unidos. Negar esta realidad es parte del intento norteamericano, y sus aliados en nuestra región, de legitimar una acción intervencionista y apropiarse de la seudo bandera de la “libertad”. En nuestra región, esto es más patético, porque ha sido el propio Estados Unidos el que en décadas pasadas avaló e impulsó golpes de estado y dictaduras que arrasaron con nuestro Pueblos, sus limitadas soberanías y sus economías que, aunque periféricas y dependientes, buscaron una nueva arquitectura. Esta elección, y todos los procesos electorales ocurridos en Venezuela desde que fuera electo Hugo Chávez, han estado marcados por la intención norteamericana de revertir su posición en esa nación. Por eso, es que ni la oposición venezolana, ni Washington, han reconocido todo el proceso político democrático y las elecciones que han ocurrido allí. 2) El cuadro interno.- Estados unidos, con todo descaro, avaló el golpe de estado violento en contra de Chávez. Algunos gobiernos subordinados a la potencia imperial, en nuestra región, también avalaron el golpe de fuerza. Incluso desde países que en décadas pasadas sufrieron dramáticamente las consecuencias de golpes que provocaron extrema miseria y crímenes de lesa humanidad. Sin embargo, producto de una correlación auténticamente democrática, ese golpe pro norteamericano fue rechazado por la mayoría de los países de América. La llamada oposición venezolana, que en ese tiempo había tomado la determinación unilateral y antidemocrática de no participar en procesos electorales, impulsó el golpe y se volcó a que este se impusiera a como fuera lugar, incluso con baños de sangre. Siguió con disciplina la misma política norteamericana. Posteriormente, esa oposición tomó la determinación unilateral de participar en las elecciones. Sin embargo, y este es un punto muy relevante, nunca lo hicieron por convicción democrática, sino como instrumento para derribar el estado constitucional que ya había surgido desde el proceso democrático encabezado por Hugo Chávez. Pero, participaron. La política norteamericana, ahora, ha tomado nuevos ribetes. Entonces en la urgencia, la premura, la lógica militarista, el régimen […]

En el poemario “La Muerte de la Televisión no será televisada”  (Ediciones Filacteria). Emersson Pérez (1982) nos conduce a  reflexionar sobre los alcances que tiene la televisión en nuestra sociedad  y ya el puro título es provocador y sarcásticamente notable. Este aparato que durante el siglo XX transmitió la crueldad de los campos de Concentración de la Guerra Mundial, el asesinato de Kennedy, la supuesta llegada del hombre a la luna, la irrupción de la Junta Militar, el triunfo del “No” y el accidente de Juan Fernández, no podrá transmitir su propia muerte. Para mi generación la que tiene más de 40 años, hablar del deceso de esta cajita mágica es impensable, crecimos con ella y no me imagino mi niñez y mi adolescencia sin “Sábados Gigantes”. La televisión era la máxima expresión de un reinado absoluto en cada hogar, claro está, que sin ninguna alternativa, salvo el cine. La televisión dominó nuestras vidas, nos controló los horarios y nos dijo que comer y comprar. El autor hace un  juego de ironías y de realidades en sus relatos, como parte de lo que nos fuimos creyendo e imaginando en nuestras cabezas. Quién siendo niño no se quedó pegado en la televisión: “De niño nos acercábamos a la pantalla, ver como esos rostros se descomponen en pixeles…Dios perdió un ojo, dentro de un triángulo en un billete, nuestro ojo dentro de una pantalla…” Y el ojo sigue estando ahí, representando al gran arquitecto del universo en un dólar, en tanto, nace la  interrogante; ¿qué es lo más importante, escuchar o ver?, mientras que hace un guiño a la historia al dedicarle un poema al escoces  John Logie, el inventor del primer sistema de televisión pública:  ”La verdad detrás de los espejos, una fe en las imágenes…sinceridad, la gente ve lo que quiere ver…” De pronto la poesía de Emersson Pérez es sugerente, viva, casi tan instantánea como la propia televisión, una crítica fácil de digerir y descarnada de todo lo que conlleva desde el momento en que la encendemos y no sabemos cuándo la apagaremos,  hasta desmembrar nuestro ojos para que no nos pase lo de “Poltergeist”,  la cinta ochentera de Spielberg, donde la pequeña despierta de noche y comienza a conversar con el televisor, el cual le transmite estática. Así es la cajita mágica que nos hace cruzar de la ficción a una, muchas veces, dura realidad. Lo coloquial de todos los días al frente de una pantalla, donde sin darnos cuenta se nos ha ido gran parte de nuestras vidas, ya lo había dicho Pablo Huneeus a mediados de los “80 en “La Cultura Huachaca”, -la televisión provoca un efecto hipnótico, adictivo inhibidor del pensamiento consciente, que además atrofia la imaginación creativa-,pero lo más visible y con lo que hemos tenido que lidiar desde siempre, es la limitación tecnológica de la televisión, que pese a todo, solo nos da una visión fragmentada y vulgarizada de nuestra realidad. Hay aquí una poesía con sentido, bordeando lo urbano y de una […]

Desde inicios de este mes ha sido ampliamente publicitado, como si fuera la invitación a un espectáculo, que Televisión Nacional, una institución estatal ha programado para este martes 15 de mayo por la noche, en horario estelar, otro producto televisivo conteniendo lo que seguro serán, como viene a ser costumbre,  difamaciones contra la Comuna de San Ramón, su población y su Municipio disfrazadas con burdos recursos audiovisuales de la ficción. Digo otro, porque el primer producto televisivo exhibido en octubre del año pasado,  como por casualidad a días de la primera vuelta de la elección presidencial, ayudó considerablemente a ensuciar la campaña del candidato Alejandro Guillier. Por primera vez en Chile después de la dictadura, se coludían  quizás sin estar conscientes de ello instituciones del estado –Fiscalía, PDI, Televisión Nacional– para devaluar la imagen pública de otra institución del estado asignándole el rótulo de “Narco Municipio”. Quizás la Fiscalía y la PDI todavía estarán ponderando su vinculación con el producto exhibido por Televisión Nacional. El producto a ser exhibido esta noche, se enmarca en un contexto diferente aunque solo en la superficie. En el fondo el objetivo es el mismo: destruir la imagen pública de una comuna que vota por lo general en altos porcentajes por la izquierda.  Todavía no se conoce el núcleo duro donde reside el diseño de infundio a esta Comuna, su municipio y su alcalde. Tampoco se sabe si todo responde a un antojo periodístico por el mayor rating que se le escapó a un editor (poco) riguroso.  Han pasado más de seis meses del repudiable acto de difamar sin pruebas evidentes y concretas, y se está a punto de presenciar otra exhibición  similar sin que las pruebas que ameritan esa designación de Narco Comuna sean conocidas. De poco valen los evidentes progresos de San Ramón en desarrollo humano producto del uso eficiente de la inversión social y en infraestructura, documentados en la última Cuenta Municipal de abril, aplaudida por más de mil personas que asistieron a una verdadera fiesta municipal. Ayer fui a obtener el permiso de circulación para mi vetusto Renault Laguna 1968, y mientras esperaba me enteré que no habían bajado los permisos de circulación ni los niveles de inversión en proyectos comunales a pesar de los intentos de estigmatizar la comuna. Lo hecho por el canal estatal en octubre del año pasado, está pronto a ser repetido esta noche, en el caso de que no hubiera desistido en exhibir un producto televisivo con la intención de dañar la imagen de la comuna y del Municipio. En octubre de 2017, el canal estatal fue asistido por información proveniente de la PDI y la fiscalía,  y de las filtraciones de información que conforman el modus operandi de muchas instituciones estatales y privadas para obtener réditos de todo tipo.          Afortunadamente la imagen no se dañó al interior de la comuna y particularmente ha crecido el apoyo a su alcalde Miguel Ángel Aguilera que ha sostenido la encomiable tarea de hacer sustentable […]

Para quienes hemos seguido el itinerario delictivo y criminal de Colonia Dignidad, el reconocimiento de los expertos, del lugar exacto donde se procedió a la quema de cuerpos pertenecientes a detenidos/desaparecidos y ejecutados en ese enclave: no ha sido sorpresa. La primera vez que escuché acerca de la existencia de hornos en el siniestro lugar, fue en una  conversación con Winfried Hempel, abogado de un grupo de colonos que exige justicia por sus años de esclavitud en el enclave. Intercambiando informaciones sobre lo que ocurría al interior, mientras el juez Mario Carroza investigaba las fosas, me contó sobre la existencia de un testigo que hablaba de un horno crematorio al cual llegaban los restos de víctimas cada dos o tres días. Aunque la información era  escalofriante, no me sorprendió. Lo que resultaba paralizante era que el testigo, como en otros casos, se negaba a declarar públicamente y ante la justicia la información que compartía en privado. Desde hace mucho tiempo, la justicia conocía las declaraciones del principal guardaespaldas de Paul Schaffer, el ex jerarca Gerard Mücke, actualmente preso en la cárcel de Cauquenes, por su colaboración en la violación y abuso de menores. Mücke, había declarado su participación en la exhumación de un conjunto de cuerpos humanos, enterrados en diversas fosas al interior de la Colonia, para ser quemados con fosforo químico y arrojados al río Perquilauquen, que atraviesa el enclave. La confirmación, revelada la semana pasada, por los expertos que pudieron identificar el lugar preciso donde se llevó a cabo -al menos una de las operaciones de cremación- sólo viene a confirmar, la información oficial y no oficial sobre estos procedimientos. A estas alturas, no suena exagerado nombrar a Colonia Dignidad como el Auschwitz chileno. No es casual que buena parte de la cúpula de la Colonia, haya pertenecido a diversos servicios y eslabones del régimen nazi. Tampoco suena descabellado pensar que la dictadura chilena, como otras del continente, buscaran una “solución final”. Cuyo objetivo, era borrar todas las huellas posibles del genocidio desatado en nuestros países, en respuesta a la agitación marxista. El dolor de las madres que sobreviven, las hijas y hermanas que han continuado la infinita búsqueda, radica en que aún no sabemos los nombres, ni el número de los ejecutados en el enclave. De acuerdo a las declaraciones de los testigos, se trata a lo menos de unas 40 personas. Pero esta operación pudo realizarse varias veces, a lo largo de los 17 años.   Por lo que en general, los investigadores hablan de unas 100 personas asesinadas, enterradas en los bosques del sector Chenco y cuyos restos habrían sido exhumados, a partir de la Operación “Retiro de Televisores” siendo quemados y arrojados finalmente a las aguas del Perquilauquén. Colonia Dignidad, ha sido después de la DINA, la asociación ilícita criminal que ha gozado de mayor impunidad. Al punto que sólo uno de los ex jerarcas ha sido condenado por secuestro y tortura, contra una ciudadana chilena.   Ha logrado hasta ahora zafar del pago de indemnizaciones: […]

Sacudida por una vieja y extendida epidemia con la cual convivió por mucho tiempo, la iglesia católica inicia hoy aquí un análisis sobre el más reciente escándalo relacionado con abusos sexuales por miembros del clero. Como sucedió antes en Irlanda, Estados Unidos, Australia, Reino Unido, España, México y otros muchos países, el fenómeno se centra ahora en Chile, desde donde llegaron a Roma 31 obispos diocesanos y auxiliares y dos eméritos, convocados por el papa Francisco. El propósito del sumo pontífice es dialogar con los prelados de la nación austral sobre los resultados de la investigación realizada por monseñor Charles Scicluna, arzobispo de Malta, y el reverendo Jordi Bertomeu Farnós, oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, además de exponer sus conclusiones personales. He pensado en dicho encuentro -apuntó Francisco en carta fechada el ocho de abril último- como en un momento fraternal, sin prejuicios ni ideas preconcebidas, con el solo objetivo de hacer resplandecer la verdad en nuestras vidas. En lo que me toca, subrayó, reconozco y así quiero que lo transmitan fielmente, que he incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada. «Ya desde ahora pido perdón a todos aquellos a los que ofendí y espero poder hacerlo personalmente, en las próximas semanas, en las reuniones que tendré con representantes de las personas entrevistadas», indicó. El objetivo del cónclave, precisó posteriormente la Oficina de Prensa de la Santa Sede, es analizar las causas y consecuencias de los abusos de poder, sexuales y de conciencia, ocurridos en Chile en las últimas décadas, así como los mecanismos que llevaron en algunos casos al encubrimiento y graves omisiones hacia las víctimas. Según el comunicado, Francisco compartirá con los obispos sus conclusiones derivadas de la investigación realizada por Charles Scicluna, arzobispo de Malta, y Jordi Bertomeu, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, completada con numerosos testimonios orales y escritos recibidos por él en las últimas semanas. «El objetivo de este largo proceso sinodal es discernir juntos, en la presencia de Dios, la responsabilidad de todos y cada uno en esas heridas devastadoras, así como el estudio de los cambios adecuados y duraderos que impidan la repetición de actos siempre reprobables», apuntó la declaración. Es fundamental -puntualizó- restaurar la confianza en la Iglesia mediante pastores buenos que testimonien con su vida el haber conocido la voz del Buen Pastor: que sepan acompañar el sufrimiento de las víctimas y trabajar de manera decidida e incansable en la prevención de los abusos. En el procedimiento empleado por el papa para enfrentar este nuevo episodio  vergonzoso para la iglesia católica, destaca el diálogo y examen colectivo de conciencia, como señaló a Prensa Latina el periodista vaticanista Carlo Di Cicco. Esa manera de abordar el fenómeno se refuerza con la autocrítica del pontífice al confesar que estaba mal informado, además de lo expresado en sus encuentros con tres chilenos víctimas de los abusos, ante quienes reconoció ser parte del problema por su condición […]

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